Después de esas palabras, me tomo del pelo y me jalo de este por todas las escaleras, le gritaba una y otra vez que parara pero no lo hacía, mis brazos estaban llenos de heridas, mis piernas estaban lastimadas, y mi cara... mi cara era una escena del crimen, toda llena de sangre, mientras mis ojos estaban morados, abrió una puerta y me lanzo adentro, caí lejos en una pared, mi cuerpo estaba débil no podía ni pararme, ni ver con claridad.
-¿crees que me gusta hacerte esto?-
Tomo mi mejilla y la acarició, yo le tome la mano con las fuerzas que me quedaban
-por. .por favor no me hagas nada-
Repetí otra vez, el giro su cabeza, y se zafo de mi débil agarre, provocando que me cayera.
-¿no lo entiendes? Yo te amo, tu eres lo que mas aprecio en esta vida, ¿Por qué no puedes devolverme el favor? Te doy todo lo que quieras y así me lo agradeces, quitándote cuando te doy un simple beso-
Tenia miedo, sus palabras en crudas, las lagrimas en mi rostro no paraban de salir, el vestido rojo tan hermoso que tenia puesto, ya no estaba ahí, no podía darme el lujo de morir, todavía no, quería ser libre alguna vez. Me arrastre a sus pies, y tome sus piernas.
-por favor, no volveré a apartarme lo juro, te amare, cuidare, aceptare cualquier cosa que quieras, pero por favor no me hagas nada-
Las lágrimas que salían eran de frustración, nunca me esperaría a tener que arrodillarme y rogar por mi vida. El sonrió y me tomo de los brazos, tomo mi cintura y paso su pulgar por mis mejillas quitando mis lagrimas un poco la sangre.
-eso quería escuchar, te lo prometo, te haré la mujer mas feliz del mundo-
Yo solo asentí con una débil mueca que se suponía era una sonrisa. Pero no tenia idea de que unos ojos nos observaban desde la puerta.
Salimos de la habitación a cambiarme el vestido, a uno blanco y negro, sus palabras al verlo fueron ¨un vestido blanco y puro como tú¨ al ponérmelo, no limpio mi rostro, la sangre de mis piernas y cara seguía ahí, al bajar las escaleras con mis pies en unos tacones bajos, el contraste de ver mi cuerpo con rastros de sangre, mi nariz chorreante, mis ojos hinchados y morados, con el vestido pulcro, y blanco, hizo que los presentes se estremecieran, seguramente ninguno se espero que la mujer que Mikey amaba tanto, recibiera una paliza sin sentido de el mismo.
A la hora de la cena, una gran mesa estaba presente, estaba sentada al lado derecho de la cabecera, donde estaba sentado él, tomando mi mano sobre la mesa, todo era silencioso, nadie decía nada, yo no quería probar bocado de los alimentos de la mesa, el noto esto y lo que hizo fue alzar su copa en un movimiento rápido, lo cual hizo que sin querer cubriera mi rostro con mis manos. Todos al notar esto, lo miraron a él, todos sabían que había pasado algo, pero no querían preguntar, el solo tocio y.
-brindemos, porque al fin encontré a mi flor de loto-
Levanto su copa y yo hice lo mismo, bajé la mirada, estaba avergonzada, mi rostro estaba casi deformado y lleno de sangre, no quería que nadie me viera de esta manera. Pronto el sonido del cristal chocando lleno la sala, me sentía mal, solo había comido una vez en todo el día, el sonido del cristal me aturdía, comencé a ver borroso, y el golpe que me hizo el contra el escalón, seguía doliendo, pronto mi vista se hizo borrosa, y dejé de sentir mis piernas, pronto caí al frio suelo, perdiendo al fin el conocimiento.
Verla de rodillas rogando por su vida, me partió el corazón, si ella estuviera conmigo, ella estaría en un altar, nunca tendría que rogar por nada.
No puedo creer lo que Mikey le hizo a Marie, verla en el piso, pálida y sin conocimiento por los golpes que le dio, me lleno de furia, quería patearlo en ese instante, por ser tan idiota. Me lleno de celos ver como la tomaba en brazos y se iba con ella, luego de casi matarla, quería romperle la cara.
Su piel bronceada levemente por el sol, y su sonrojo, hacia mi piel estremecer, ver sus ojos asustados me hacia pensar cosas que no debería, todo en ella era delicado y fino, su pequeño y delgado cuerpo, con el que se ve tan frágil, todo en ella era perfecto.
ESTÁS LEYENDO
𝓭𝓻𝓸𝔀𝓷𝓲𝓷𝓰
FanfictionUna bailarina y una montón de pandilleros, no suena a la mejor combinación.