El día en que Lord Voldemort murió.

Cap II . Verdades no dichas. Un perdón, tardío, pero necesario. Primera parte.

Argel y el joven matrimonio Riddle- Gaunt continuaron el camino encontrando a su paso personas y entes por igual que al parecer tenían mucho por hacer como ellos. Argel realmente no recuerda el porque es un ente o por qué se encuentra allí, solo sabe que tiene una misión incluso si no recuerda mucho sobre ella y está trabajando sobre la marcha.

Merope solo podía pensar en donde estaría su Tomy, daría su magia y su existencia si fuera necesario para que su niño no hubiese pasado por tanto dolor, al parecer la sangre Slytherin estaba destinada al dolor.

Tomas solo podía pensar en cómo los últimos años de su vida, o porque no decirlo? Su vida misma era un chiste. Ahora que estaba en este purgatorio junto a un ente universal y su, ya no era tan difícil asimilarlo, esposa no podía evitar reflexionar sobre su vida. Fue grosero, fue arrogante, fue incluso un mal padre antes de que su hijo naciera y cuando su hijo lo busco el por sus propios medios que fue lo que hizo?

Quedarse pasmado como un zoquete mientras su madre les aseguraba la muerte a los tres. Y con Merope, no sabía que pensar o sentir.

-No deberían comerse tanto la cabeza – dijo jocoso Argel sacando de sus cavilaciones a ambos- Muchos de los errores que cometieron los dos al igual que sus muertes fue a causa de terceros. Yo estoy aquí con ustedes para que lo entiendan y tomen la decisión correcta.

- Cual es esa? – dijeron ambos al mismo tiempo en una sincronía perfecta logrando que el ente riera de buen agrado.

- Tendrán que escuchar y observar atentamente, como dije iremos al juicio de su hijo, pero no solo él será el juzgado. Diciéndolo en otras palabras será un viaje difícil y espantoso por el pasado de ambos.

Merope solo quería ver a Tomy, no había nada más en su cabeza. Tomas por su parte también quería ver a su hijo, aun si no sabía que compartía el mismo deseo con su esposa, quería verlo y pedirle perdón. Su hijo fue una víctima de las tonterías de ambos y si como dijo Argel también de la mano de otros.

-Tomemos un descanso- dijo Argel, por primera vez con incertidumbre durante su viaje- creo que me he olvidado de algo...

Tomas solo pudo negar con la cabeza mientras Merope soltaba una risita, Argel era todo un personaje. Si bien se veía intimidante ella pensaba en el como un ser amable que se estaba tomando muchas molestias con ellos, aunque fuera parte de su trabajo.

-Regresare en un momento, tomen asiento aquí- les dijo Argel mientras aparecía a un lado del pasillo dos sillones muy cómodos con una mesita ratona y lo que parecía ser ¿té?- Pónganse cómodos mocosos, pronto volveré.

Y así se retiró a paso rápido murmurando para si algo que ellos no pudieron oír, sin más que hacer tomaron asiento mirando sospechosamente el té humeante ante ellos.

-Bueno – empezó jocosamente Merope- Ya estando muertos no tendría que hacernos más, provecho. - Finalizo llevándose el té a la boca, y con sorpresa noto que era delicioso. Le recordaba al te que le daba Caroline cuando platicaban juntas y ella se permitía soñar al lado de quien siempre fue su mejor amiga, a quien deseo siempre como hermana.

Pero en fin, su vida era un costal de sueños ya rotos.

Tomas con las mejillas rojas, estando muerto acaso era eso posible?, tomo el otro sillón y tomo la taza con los buenos modales inculcados por sus padres. Sin duda alguna este te era delicioso, se parecía mucho al que tomaba con su padre cuando tenían esos momentos donde eran ellos dos en el estudio de su padre rodeados de los triunfos de ambos y sus antepasados, ese te que supo apreciar con el tiempo, no solo por su sabor sino también por el profundo sentimiento que le evocaba.