☞︎︎︎ ᪥ ☜︎︎︎

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Paso un día completamente sedado y otro día en el que se negó rotundamente a mirar en el espejo. Pero el día de hoy no lo pudo soportar y terminó acercándose al espejo, sintiendo miedo en su interior se sentó frente al espejo.

Se relajó cuando pasada la media hora todavía no pasaba nada, pensó que solo fue un pequeño desliz de su parte así que se recostó en el suelo para quedarse mirando el espejo, tal y como lo había hecho hace días atrás antes de que visualizará aquella persona en su espejo.

Cambió de posición por comodidad en el trayecto de aquellas cuatro horas en la que se encontraba frente al espejo, su tranquilidad se rompió un poco cuando un humo comenzó a expandirse en el interior del espejo.

Sólo se alejó un poco, no tenía tanto miedo como la primera vez, los calmantes lo tenían como bobo así que no tenía mucho que hacer.

-Volví- Escuchó la alegre voz de la silueta con más claridad contra su oído, no terminaba de entender porque siempre que lo escuchaba era por las espaldas cuando el espejo esta frente suyo, la silueta venía corriendo con los brazos abiertos con la intención de abrazar al pelinegro, cuando creyó que ya estaba a nada de atraparlo entre sus brazos chocó con otra barrera, pero esta vez estaba más cercano.

-¿No crees que eres un poco tonto?- Guillermo se rió viendo como la silueta se hizo un poco hacía atrás y llevaba una de sus manos a su rostro-Yo que tú, me aseguraría antes de correr así- Comentó divertido el pelinegro, dudaba de que esa silueta pudiera salir del espejo, estaba convencido de que todo era producto de imaginación y efectos secundarios de la medicación.

-¿Me ves?- Preguntó el contrario recargándose contra la barrera invisible-No, osea, si, per-no, no- Contestó acercándose con pequeños gateos hasta el espejo-Explícate muchacho, me confundes- El sujeto se rió y Guillermo sonrió acercando su rostro al espejo casi hasta chocar su frente contra este.

-Te veo negro y borroso- Explicó volviéndose hacía atrás viendo que no resultó lo de acercarse para ver mejor-¿Quién eres y qué haces en mi espejo?- Preguntó sentándose con las piernas cruzadas con la mirada atenta en el espejo.

Los cuidadores se hubieran preocupado si lo vieran hablar solo, pero para fortuna o desgracia, ellos no lo veían o escuchaban hablar, solo hacer pequeños gestos apenas visibles.

-¿Estoy en un espejo?- Dudo mirando hacía sus lados y luego de soltar un bufido volvió a prestarle atención al pelinegro-Me llamo Samuel, cariño. ¿Y tú?- Guillermo se aclaró la garganta un poco incómodo por el apodo-¿Y cuánto años tienes?- Preguntó viendo como el sujeto se daba la vuelta y miraba a su alrededor, el cual para Guillermo solo era espacio blanco infinito-Veinticinco ¿Y tú?- Se volteó nuevamente para prestarle atención ante cualquier respuesta.

-¿Qué eres y que haces...en mi espejo?- Samuel suspiró, Guillermo sintió un escalofrío, fue cómo si ese aire había chocado contra su nuca.

-¿Tú no piensas responder nada, verdad? No sé que hago en tu espejo, yo te veo a ti en una pantalla, y te ves muy guapo- Lo último lo dijo un poco más bajo, aun así él terminó oyéndole-¿Tú si me ves a mi?- Preguntó Guillermo curvando una ceja, vio que la silueta asintió con la cabeza y suspirando se echo un poco hacía atrás colocando sus manos en el suelo a cada lado suyo solo para estar sentado más cómodo.

Esa acción de parte suya tampoco lo visualizaron los cuidadores a través de la cámara, y es que ninguno de los dos estaban interactuando en la misma realidad que se encontraban.

-Eso es injusto, eres un acosador ¿Por qué no te puedo ver a ti?- Se quejó observando el techo de su habitación-Que no es mi culpa chiqui, a lo mejor tu espejo es de baja calidad- Se rió provocando una leve sonrisa en el pelinegro.

-¿Y tú donde te encuentras? Solo veo detrás tuyo blanco y más blanco- Demostró su curiosidad acostándose en el suelo boca abajo y acercándose un poco más al espejo esta vez si captaron esa acción en cámara, y es que ya llevaba media hora sentado y su cuerpo le pedía descansar la espalda ya que le dolía de tanto intentar estar sentado con la espalda recta.

-Ah, eso si es verdad. Creo que no hay final, pero cada tanto se me pone una nueva barrera, te hubiera gustado verme todas las veces que me choqué- Soltó una leve risa y Guillermo sonrió comenzando a mover sus pierna de manera inconsciente, levantando y bajando sus pies en el aire.

-Pero me cansé de caminar por aquí, así que solo me quedó cerca de aquí- Con sus manos dibujo un círculo en el aire que lo rodeaba a él, dando a entender que solo quedaba en esa zona-¿Y qué haces para entretenerte? Debe ser aburrido- Comentó el pelinegro intentando imaginar el rostro ajeno solamente guiándose por su voz, pero se le estaba dificultando mucho.

-Canto, no muy bonito pero me divierto, la mayoría de las letras me las inventó- Guillermo rió, se imaginaba que el sujeto se divertía con su sola presencia.

-¿Cómo es tu cara?- Murmuró curioso, del otro lado Samuel hizo una pose que podría entrar dentro de lo seductor si no fuera porque solo el pelinegro terminaba viendo manchas borrosa.

-¿Estás deseando verme?- Aquella voz intentando ser grave y sexy hizo que la oreja de Guillermo se pusiera roja, sintió su voz tan cerca que le hubiera entrado miedo si no fuera porque estaba fuera de si mismo por los calmantes.

-Tranquilo que conseguiré alguna forma de que me veas. Y te voy a deleitar con una mirada, precioso- Por el tono deducia que él se encontraba sonriendo un poco divertido. El pelinegro sentía sus mejillas acalorarse sin embargo no le dio importancia a eso.

-¿Entonces, cómo es tu nombre, guapo?- Preguntó Samuel, Guillermo suspiró y bajó la mirada al suelo mientras dibujaba cosas deformes con su dedo en la superficie-Guillermo, tengo veintidós- Contestó en voz baja, Samuel enternecido soltó una risita.

-¿Y...eres así de tierno siempre?- Preguntó poniéndolo un poco nervioso, pero no reaccionaba ante ello, ni él, ni el Guillermo vigilado por la cámara, pero ambos pelinegros sentían su corazón acelerado a causa de los comentarios de aquel sujeto.

-¿Tú eres así de suelto con tus palabras?- Guillermo levantó la mirada del suelo y la sombra aquella asintió-¿No te gusta que admita que eres atractivo?- Preguntó e iba a comentar algo, pero se distrajo un poco con la puerta que era abierta detrás de Guillermo.

-Peque, nos interrumpen- Comentó y él volteo a mirar para confirmar aquello, en la principal realidad el cuidador lo seguía viendo quieto en su posición-¿Seguiremos hablando? Solo me tomará un momento- Miró con atención el espejo y vio que Samuel giró su rostro hacía un lado.

-No lo creo, me parece que esto tiene un horario de uso y ya está por cerrarse- Dijo volviendo a mirar a Guillermo.

-Oh- Exclamó un poco desanimado, le estaba cayendo bien-Se está por apagar- Comentó con un suspiro que cayó justo en el cuello de Guillermo.

-Pero espero volver a verte, creo que sé como volver. Un gusto, Guille- Y tal como se despidió, él comenzó a desaparecer al igual que todo lo blanco detrás suyo y ahora solo veía su reflejo y el del cuidador que estaba detrás suyo a unos metros de distancia sosteniendo su bandeja de comida esperando a que lo fuera a buscar.


I need a place to stay
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Necesito un lugar para quedarme

Tocame | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora