☞︎︎︎ ᪥ ☜︎︎︎

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Ya había cenado y las luces de su habitación fueron apagadas media hora después de ese suceso, él continuaba frente al espejo. Aunque no veía casi nada y muy poco de su reflejo, seguía allí por una pequeña parte inconsciente suya que estaba interesada en encontrarse con Samuel.

Estuvo todo en día frente al espejo pero no hizo más que observarse a si mismo bajo los efectos de las pastillas.

Cuando ya se estaba rindiendo y pensaba levantarse para ir a acostarse a dormir, el espejo se iluminó de apoco y vio a Samuel de espaldas con las manos sobre su cadera mirando hacia sus lados.

Guillermo quedó un momento mirándolo hasta que pensó que era mejor iniciar conversación antes de que él le descubriera mirándolo.

-Hola de nuevo- Él dio la vuelta y con una sonrisa se acerco-Hola, pequeño- Saludó sonriente, diferente a la realidad, la habitación de Guillermo se encontraba iluminada-Pensé que no te vería- Dijo Guillermo acercándose un poco más al espejo para verlo mejor de cerca-¿Estabas ansioso de verme?- Hizo uso de su voz seductora con una sonrisa de lado poniendo nervioso al pelinegro, quien no se esforzó en abrir la boca porque sabía que tartamudaria.

-Tomaré el silencio como un si- Se rió y el contrario solo desvío la mirada con una pequeña sonrisa-¿Por qué estaría ansioso de verte a ti?- Preguntó intentando ocultar sus nervios pero claramente fallo.

-Por mi cuerpo sabroso y moreno que te encanta- Se halago a si mismo y Guillermo alzó una ceja negando con la cabeza-Ni siquiera te conozco, idiota- Samuel sonrió acercándose más, hasta casi llegar a aquella pantalla.

Desde que Guillermo lo vio a color y detalle, ninguna barrera los separaba, dimensionalmente refiriéndonos al lugar donde se ubicaba Samuel, por que más de una barrera los separaba a los dos eliminandoles cualquier posibilidad de poder tocarse físicamente.

-¿Eso que tiene que ver? Ya me conoces, admite que quieres tocarme- Su voz con tanta seguridad hizo dudar a Guillermo de sus propias decisiones-¿Acaso lo que quieres conocer es mi cuerpo?- Preguntó burlón posando y luego se rió, el pelinegro negó lentamente intentando procesar todas las preguntas y respuestas en su mente.

-Andaré sin camiseta para tener más de tu atención- Guillermo lo quiso detener cuando vio que este estaba agarrando el borde se su camiseta, pero su voz no salio y sus manos chocaron contra el espejo y no pudo hacer que el contrario detuviera sus movimientos.

-¡No, ponte la camiseta!- Pidió frunciendo el ceño, Samuel agarró esa vestimenta con una de sus manos y la revoleo sobre su cabeza al mismo tiempo que movía sus caderas con una sonrisa, simulando bailar como un stripper.

Guillermo se cansó de su actitud y se dio la vuelta sentándose de espaldas al espejo-No me ignores, pequeño- El susurro choco contra su oreja izquierda y sintió como una mano recorría cariñosamente desde su pecho hasta su abdomen, apretó los ojos y llevó su mano a su abdomen a la vez que soltaba un suspiro-¿Cómo haces eso?- Preguntó esta vez sintiendo más calor corporal debido a que brazos lo rodeaban.

-¿Hacer qué?- Preguntó riendo-Tocarme- Respondió sintiendo sus mejillas calentarse, nunca recibió un abrazo por la espalda y sentía una respiración suave en su cuello, no estaba en todos los sentidos, pero si estuviera en uno de ellos, ya estaría muriéndose de vergüenza o explotando del enojo por el atrevimiento del castaño.

-¿Si funciona?- Se rió a carcajadas pero luego el silencio estuvo de la nada, resulta que Samuel estaba concentrado en tratar de hacer otra caricia, supo que funcionó cuándo Guillermo se dio la vuelta mostrándole el dedo del medio.

-Deja se hacer eso- Se quejó con el entrecejo fruncido intentando mantener su vista en el rostro de Samuel y no en su cuerpo-Vale, este es el último- Ambos quedaron en silencio y luego de varios segundos Guillermo recibió una caricia en su mejilla, una en donde sintio el dedo gordo pasar para acariciar varias veces la zona ruborizada.

-Eres un pervertido- Dijo moviéndose para alejarse un poco del espejo, como si ese fuera la principal causa de su contacto-El otro día me tocaste bajo la ropa- Samuel rió negando-Perdón no sabía que podía hacer eso, yo no te siento en mis manos, solo tú puedes sentirme- Levantó sus manos quitándose la culpabilidad, Guillermo desvío la mirada hacía el suelo y comenzó a hacer pequeños círculitos con su dedo índice.

-¿Cómo haces eso?- Susurró intrigado-¿Para que quieres saber, quieres tocarme?- Preguntó divertido, Guillermo levantó la cabeza para poder mirarlo-Quiero darte una cachetada- Respondió de mal gustó haciéndole sonreír al castaño.

-Te ves lindo cuando te enojas- Guillermo sintió como la calidez se apropiaba de su barbilla en señal de que lo estaba agarrando cariñosamente del mentón. Retrocedió alejándose del espejo logrando que el contacto se rompiera-¡Deja de hacerlo! Me estas comenzando a caer mal- Samuel asintió con una leve sonrisa y terminó sentándose en el suelo.

-No te enojes. Acércate, chiqui- Guillermo aun un poco molesto quedó en el mismo lugar mirándolo fijamente durante largos minutos intentando calmarse-Cariño, se me acabará el tiempo en cualquier momento no puedes ser tan orgulloso- Comentó dejando caer su mentón sobre sus antebrazos que estaban apoyadas sobre las rodillas de sus piernas flexionadas.

-Pienso excesivamente en mi mano traspasando la pantalla y el espejo hasta llegar a ti y poder tocarte. Asi es como lo hago ¿Contento?- Preguntó revelando el pequeño secreto-Pero hace que sienta un leve dolor de cabeza y él contador se desconfigura- Comentó volteando su cabeza para mirar hacía la derecha dónde ahora se mostraba el contador mostrando caracteres raros en vez de números.

Guillermo en su mente siguió las instrucciones pero no veía progreso, se sentiría estúpido de no ser por los efectos de los medicamentos que llevaba encima que lo tenían como tonto.

Pasaron minutos en los que el castaño solo apreciaba las facciones de Guillermo porque sabía que si hablaba no sería contestado.

Al mirarle de manera casi intensa por largos minutos, fuera de sus bromas, él mismo se convenció de que el pelinegro le gustaba, a pesar de que lo conoció hace poco tiempo se sentía atraído por él.

En cambio, Guillermo no había hecho más que fruncir su entrecejo con su mirada borrosa fija en el rostro de Samuel, no se daba cuenta de la mirada embobada del otro porque estaba tan perdido intentando pensar en lo que Samuel le había indicado para llegar a tocarlo.

Luego de aproximadamente media hora Samuel llegó a sentir un toque en su mejilla, los primeros segundos quedo empanado y luego soltó una carcajada.

-Wow, que gran cachetada- Dijo entre risas.

El pelinegro no le tomó importancia a su comentario, se encontraba ocupado presionando sus manos contra su pecho y peleando para no caer de cara al suelo, sentía un bajón repentino de energía.

Samuel se dio cuenta de ello cuando escuchó un quejido de dolor, detuvo su risa para verlo, velozmente se acercó al límite de la pantalla y lo golpeó para llamar la atención del pelinegro el cual se estaba retorciendo de dolor con su frente pegada en el suelo y respirando con dificultad.

-¡Guillermo!¡Guille!- Gritó golpeando la barrera un poco alterado-¿Qué te paso?¿Qué te duele?¡Hey!- Ya comenzaba a preocuparse y su latidos se aceleraron de sobremanera con cada segundo que no recibía respuestas.

Hubiera intentado seguir llamando su atención pero lo que visualizaba comenzó a disolverse, con más razón su desesperación aumentó y comenzó a gritar y golpear con insistencia la pantalla, Guillermo solo llegaba a escuchar sus gritos como susurros suplicantes detrás de su cuello.

Volvió a su oscura habitación y no soportó más la presión en su pecho, esa misma que le quitaba cada vez más las fuerzas y el aliento. Terminó tendido sobre el suelo con un último suspiró desmayándose para quedar dormido en el suelo de allí.

Por otro lado el castaño daba vueltas por todos lados intentando encontrar alguna manera de comunicarse nuevamente con Guillermo, tenía miedo y sus ojos estaban luchando para retener lágrimas.

En gran parte se estaba sintiendo culpable y un estúpido, arrepintiéndose de haberle dicho a Guillermo como es el proceso para llegar a cruzar las barreras.

Don't cry
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No llores


Tocame | WigettaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora