Jennie será entregada a Lisa, una omega hembra león que consta con una vida y carrera experimentada, como para que ahora venga Kim, una mocosa hormonal de veinte años a exigirle sumisión a ella, una omega de treinta, cuando a sido ella quien hace su...
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Lisa acomodó mejor su abrigo color negro en su anatomia mientras caminaba rumbo hacía rectoría de la universidad donde estudia su joven Alfa. Su porte y aspecto elegante dejaba uno que otro ojo curioso en su persona cuando pasaba a su lado, y dejaba en el aire sus feromonas mezcladas con su propio aroma y uno un poco perceptible a preocupación.
Hace aproximadamente treinta minutos fue interrumpida una reunión importante en su agencia donde su presencia es requerida, cuando una llamada llegó hasta su teléfono con un informe diferente al acostumbrado desde la dirección de la universidad. Esta vez la voz autoritaria del beta de cuarenta y cinco años prendió la alarma en su sistema ya que no era la voz apacible que utiliza cuando le expresa sus felicitaciones por tener a una esposa tan responsable, aplicada e inteligente. No, esta vez no había felicitaciones sino un informe de rotunda rebeldía e inmadurez.
El llamado de su exigida presencia a rectoría fue de inmediata, logrando en vez de molestarla por interrumpir una reunión tan importante por algo inmaduro como un enfrentamiento que tuvo Jennie con una Beta por quien sabe qué razón, la llevo a preocuparla.
Su lazo lo sentía tenso, la marca en su cuello ardía por la furia que Kim le transmitía. Lo que la llevo a la conclusión que tenía que partir rápido para poder saber más del asunto y para también calmar a su Alfa.
Lalisa era consiente del temperamento de Jennie, por esa razón la mantenía a raya. Salvo que no le gustará a Kim esta mismo por instinto reaccionaba poniéndote en tu jodido lugar, y tenía que ser algo muy importante para hacerle agotar la cordura y cabrearla bastante para llegar a un enfrentamiento.
No lo había pensando ni dos veces cuando detuvo la conferencia y dio la orden de suspender la junta para otra hora, luego se retiró sin ningún informe, pero todos en el lugar sabían el motivo importante de la Omega para que haya abandonado tan organizada presentación.
No había nada más urgente e importante para Lisa que no sea su joven esposa y Alfa Jennie Kim.
Muchos envidiaban a la mocosa por ello.
Una vez Lisa haya llegado nerviosa e inquieta por la preocupación de que su Jennie esté posiblemente herida, tocó con insistencia la puerta de rectoría que no tardó en ser abierta por el mismo director Beta. Una reverencia respetuosa fue lo primero que recibió al llegar ya que como CEO de un imperio tenía cierto trato diferente a los demás, aunque eso pocos lo sabían por que no le gustaba ser parte de una figura pública en los mercados de publicidad.
Lalisa mantenía cierto círculo de personas que sabían quién jodido era y que posición ocupaba en Seúl. Así que tenía suficiente influencia y poder para mandar a la mierda a cualquier persona que haya dañando a su joven Alfa.
El potente aroma a manzana verde llegó a fumigar el cuarto una vez estuvo Lisa dentro de rectoría, la rápida caminata que realizó segundos atrás provocó el aumento descuidado de sus feromonas y supo que eso sería un problema más.
