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Todo estaba a la perfección, tan calmado y pacífico con ese olor característico a lavanda, lo que significaba que sus empleadas de limpieza habían realizado un muy buen trabajo en arreglar, ordenar y limpiar toda mugre inexistente de su oficina

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Todo estaba a la perfección, tan calmado y pacífico con ese olor característico a lavanda, lo que significaba que sus empleadas de limpieza habían realizado un muy buen trabajo en arreglar, ordenar y limpiar toda mugre inexistente de su oficina.

En su trabajo le gustaba la limpieza, el orden y el silencio, todo lo contrario cuando estaba en la cama con Kim, su joven Alfa. Esa hormonal que a logrado doblegarla con tan solo la mirada, cada toque y con cada palabra.

La joven Alfa no se cansaba de recordarle lo hermosa, inteligente y valiosa que era para ella, una suerte de tener a tan exprimentada Omega que la satisfacía tan bien en la cama como fuera de ella.

Y Lalisa confirmaba lo mismo de Jennie Kim, su esposa Joven.
Esa que cuando sonríe achica sus ojos y produce esas tiernas arrugas a lado de ellos, esa con aroma a café negro que la reconfortaba al llegar a casa y la envolvía con tanto amor para que pudiera estar feliz. Y lo era, es muy feliz a lado de Jennie, esa que algunas veces la han llegado confundir como su propia hija.

Ya estaba acostumbrada a que la gente chismosa que aunque sabían la verdad, que Kim era su legítima esposa, se osaban por querer burlarse sacando el tema de que Jennie pareciera más su hija que su esposa. Pero una vez Kim como todo Alfa puro con los instintos más desarrollados, tan posesiva y territorial le gruñía a los entrometidos que trataban de darle un mal día, logrando así que la dejasen de molestar como follandola en la cama para demostrarle que prefería hacerle el hijo a ella.

Jennie es toda una maldita provocadora, siempre lograba su objetivo y no hay nada en lo que Lalisa le digiera que no, porque de una u otra manera lo conseguía. Es inteligente, calculadora, posesiva y una perfecta hija de perra buenísima en la cama. Solo para Lalisa por supuesto.

Logrando una de las más grandes asañas que dejó perplejo a los miembros de su agencia, y eso era la sumisión de la gran Omega leona. Una jefa estricta y calculadora, persistente y ordenada que no le pesa la lengua al decirle las verdades en su cara a quien le de una puta gana.
La jefa Omega de treinta años que fue domada por una joven Alfa de veinte años.

Una puta Afrodita, que logra lubricar a cada Omega en la agencia de su esposa. Una joven Alfa que le importa mil hectáreas de mierda quien se moje las malditas bragas cuando ella solo tiene para ella a una Omega madura a quien anhelaba ver lubricada y preparada solo para ella.

Ama a Lalisa, desde la primera que capto su olor desde tenerla solo para ella y una vez lo logró sería muy difícil que la dejase ir. Tan posesiva, territorial y celosa.

Lisa tecleó unas cuentas palabras antes que todo su cuerpo vibrara en emoción ante el aroma a café que llegó q su nariz, informándole que su esposa joven andaba por ese territorio y que no faltaba mucho para que llegase hasta donde ella. Y el deseo de verla le llegó como relámpago, anhelando tenerla ya ahí mismo.

Aún no se acostumbraba a las malditas sensaciones que Kim provocaba en su cuerpo, es como si por si sola reaccionase a tan solo su olor cuando no estaba presente.
Estaba colada hasta las trancas por esa tonta Alfa.

Esposa Joven ꨄ Jenlisa G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora