Flowers

4

Chuuya se levanta, Mori le dijo que le haría rayos x, una tomografía y una resonancia magnética para descartar cambios de forma interna.

Chuuya se siente mareado, es esperable dado a todos los factores combinados, el estrés, el olor a hospital, las flores y la propia idea de los exámenes médicos.

Cuando sus pies tocan el suelo se siente increíblemente débil, su mirada se oscurece temporalmente y cuando vuelve a tener percepción a su alrededor Kouyou lo está llamando, siente como ella lo sostiene.

—Ane-san— Susurra.

—Dios, Chuuya, ¿estás bien?— La pelirroja lo levanta en brazos recostándolo en la camilla. —¿Qué pasó?—

—Creo que me desmaye— Dice, aunque es un poco obvio —¿Y el jefe?—

—Fue a registrarte, te quedarás en el hospital unos días—

—Ane-san…— Kouyou lo detiene.

—No, vas a quedarte aquí hasta que sepamos por qué te desmayaste y como solucionarlo— Kouyou sujeta su mano —Dios Chuuya, casi me matas del susto—

Chuuya se siente realmente débil ahora mismo, lleva sintiéndose mal desde que despertó, pero lo aludió a los pensamientos negros y luego al hospital.

Mira el suelo, aún hay flores negras, suspira, pero intenta sonreír a su Ane-san.

Mori regresa con una camilla, seguramente para mover a Chuuya a una habitación permanente durante su estadía.

—Chuuya-kun, me alegro de que ya estés despierto— Dice el hombre, parece genuinamente aliviado.

Chuuya también hace el esfuerzo de sonreírle.

Kouyou y Mori lo ayudan a subir a la camilla y Chuuya solo observa a su alrededor mientras es empujado por el hospital, odia el olor, lo marea demasiado, su mano aún se aferra al pañuelo con perfume que Kouyou le dio.

El perfume de Kouyou huele bien, dentro de lo malo, las flores también lo ayudan un poco.

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Chuuya siente los dedos de Kouyou peinar su cabello, ya incluso siente que es más una forma para que Kouyou se calme a que lo haga él.

—Ane-san ¿Voy a morir?— Pregunta, no está asustado en lo más mínimo, vivió 14 años más de los que debería.

¿Cómo habría sido todo si Rimbaud hubiera tenido éxito? ¿Qué seria de sus seres queridos si Chuuya no hubiera sobrevivido? No lo sabe, piensa que no tiene caso de pensar en ello, pero resulta un ejercicio interesante ahora que se encuentra tan mareado.

Mori le hizo exámenes de sangre, considera que una aguja en su brazo es mejor a una máquina gigante.

—¡Chuuya-san no vuelva a decir eso!— Chuuya dirige su mirada a la puerta, Akutagawa está ahí, parece genuinamente consternado —¡No lo diga de nuevo!—

Chuuya mira los pensamientos negros en sus palmas, siente que ahora son más pequeños ¿tal vez pronto dejen de salir?

—Ryuu— Lo llama por su nombre para tranquilizarlo un poco —Es solo una broma—

Akutagawa se acerca y se sienta a los pies de la cama.

—Chuuya-san usted me prometió que me diría si algo cambiaba ¡Me mintió!—

Chuuya se siente algo culpable, porque es verdad, pero no quería preocupar a Akutagawa con cosas tontas.

—Lo lamento— Dice Chuuya.

El pelinegro mira las flores en silencio por algunos minutos, Kouyou sale de la habitación diciéndole a Chuuya que les da privacidad.

—Chuuya-san, el jefe dijo que usted se desmayó—

—Es verdad—

—¿Las flores le están haciendo daño?—

—No lo sabemos aún—

—Lo lamento Chuuya-san, si fuera mejor ya habríamos encontrado al usuario de habilidad que le hizo esto— Chuuya lo ve inclinar la cabeza, parece un perro que fue abandonado bajo la lluvia.

Chuuya acaricia su cabello con gentileza.

—Hey, no te culpes, estoy bien ¿Si? Lo de morir era una broma porque me desmaye— Chuuya intenta consolarlo —Además, sé que haces tu mayor esfuerzo—

—Y no es suficiente, soy demasiado débil todavía— Akutagawa parece genuinamente desolado.

—Estamos hablando de alguien lo suficientemente hábil como para atacarme y salir vivo de eso, entonces no te sientas mal, es algo que llevará tiempo — Chuuya sonríe —Me mantendré vivo hasta que lo encuentres ¿Bien?—

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Dazai mira la puerta del hospital donde Chuuya se encuentra, están siendo discretos por la poca cantidad de mafiosos en la zona.

Pisa la entrada y antes de cualquier otra cosa siente un filo en su cuello.

—Kouyou-san— Saluda, ella realmente se ve enojada.

—Dazai, largo de aquí— le ordena.

—Kouyou-san sabe que no estoy aquí para hacerle daño a Chuuya—

Kouyou aprieta la mandíbula, Chuuya no quiere que Dazai sepa la verdad, así que no puede decirlo, solo retira la espada y enfunda.

—Si te interesa su estado, te lo diré— Kouyou no quita su posición defensiva, esta lista para reducir a Dazai si da un paso más —Hubo cambios en la habilidad, nuevas flores, estamos haciendo estudios regulares, sabes cómo es Chuuya con los hospitales, no le causes más estrés y vete—.

—¿Las flores son anímicas? ¿Tiene alguna clase de molestia? ¿Algo diferente al tipo de flor cambio?—

—Tenemos la teoría, solo lo psicológico y no parece ser el caso—

Dazai suspira y masajea sus sienes.

—¿Puedes decirle que al menos responda mis mensajes? Fui a verlo y su vecina me dijo que lo llevaste al hospital, estaba preocupado—

—Puedo decirle, pero deja de molestarlo por un rato, necesita descansar—

Dazai sabe que intente lo que intente, no podrá hablar con Chuuya, ya vio a Gin escondida preparada para reducirlo en caso de que Kouyou falle.

Entonces se despide y se va por las buenas.

Le queda una carta para enterarse de la situación real, Akutagawa.

Toma su teléfono y hace una llamada.

—Atsushi-kun, necesito que me ayudes con algo—

—Dazai-san, no volveré a ponerme un vestido para que nos den un descuento de pareja en ese restaurante de mariscos— Se apresura Atsushi.

—No es eso— Dazai camina hacia la Port Mafia —Necesito que me alcances delante de la mafia, vamos a secuestrar a Akutagawa—

—Dazai-san, Kunikida-san me dijo que si me pedía algo así tenía que pasarle el teléfono—

—No, Atsushi-kun ¡Tengo buenas razones!—

—Vuelve a la agencia y explícalas entonces— Es la voz enojada de Kunikida.