Capitulo 1

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HARRY'S POV

Me he despertado a las 5:00 am, como comúnmente acostumbro. Me levanto unos minutos después de abrir los ojos por primera vez en el día. El sol incandila mi ventana, y eso que esta está cerrada.

Me doy una ducha rápida, seco mi cabello que ya esta bastante largo, porqué mi sueldo no me alcanza para cortarmelo. Me pongo un overol azul claro, este esta ya bastante desgastado. Y sin camisa abajo por que a mi me gusta andar desnudo. Pero si los bóxer, ya que la otra semana le metió un caballo una padata ahí a un compañero. Me cepillo los dientes y salgo en camino a la granja.

El pueblo en el que vivo es pequeño, y la granja queda cerca, así que me voy a pie, aunque de todas formas no tengo carro, y si quedara lejos aun así me tendría que ir a pie. Camino unas cuantas calles, y tengo que pasar por la carretera que lleva a la capital. Me fijo a ver si no vienen carros o tráileres, por suerte está va sola. Lo que no es común en la y menos en tiempos de vacaciones. La capital que queda a unas horas de aquí siempre se llena de turistas.

Llego a la granja. Ahí se encuentra Paul: mi jefe. Aunque no me agrada para nada. Es un viejo malhumorado y gordo. Y por lo que le calculo, en unos dos meses quedara calvo. Lo que más odio es que el imbécil de su hijo sea el heredero del rancho, y por consecuencia de la granja. Temo de que el ganado se venga abajo, y con las sequías previstas, y el estúpido hijo de Paul, es obvio que todo caerá. Por eso soy un poco religioso y le pido al señor que aun no se lo lleve, que es bastante amargado, y que seguro se ira al infierno.

Paul me saluda con una sonrisa amarga:

-Buenos días, Styles.

-Hola.

Me acerco hacia el establo de los caballos, mi deber es mantener el ganado limpio: bañar a los caballos, cepillarles el pelo, mantenerlos limpios: darle de comer a los cerdos, bañarlos: inyectarle esteroides a las gallinas; entre otras cosas.

-Espera, Styles. Hoy saldre, y no creo regresar hasta el medio día ¿Puedes... Am... Escucha, lo que te pediré es de suma confianza, creeme, que te tengo más a ti que a esos trabajadores...

-¿Como Liam? -Menciono a su hijo, el cual es un trabajador.

Paul aprieta la garganta y traga saliva.

-Liam irá conmigo -dice -. Bueno, antes de ser interrumpido, te mencionaba que saldré, y como confii en ti, te voy a pedir que te hagas cargo de la maquina.

¡Oh no! La maquina. Donde matan a las vacas, no. Se tiene que tener poca sangre en el corazón, y tenerlo bastante duro para manejar eso y mira, mirar como se escuchan los crujidos de la maquina, los cuchillos, el Mu de las vacas. La sangre chorreando, y lo peor, que a veces la maquina se queda trabada. No, no puedo, no puedo soportar eso.

-Señor... -comienzo.

-¿Que, Styles? ¿No tienes los suficientes huevos para soportar eso? Posiblemente tu debas ser una nueva gallina del ganado, pero no, ellas si ponen huevos, tu, no.

No puedo soportar a este viejo. Y en este momento me hago aun mas religioso y le pido al señor que lo arrastre al infierno de una buena vez. Aunque sea su hijo no me mandaría a la maquina.

-Esta bien. Yo me haré cargo de la maquina.

Él solo asiente y se voltea. Yo pongo los ojos en blanco.

Trago saliva y camino hacia la maquina. Se encuentra en un garaje gris, nunca he entrado, ni siquiera cuando me contrataron, jamás me intereso mirar a las vacas siendo trituradas.

Se que no estaré solo. Estarán los que se encargan de la carne, aunque ellos están mas distanciados. Yo me haré cargo de presionar el botón. Para que la vaca muera. Muera. Para que algunas personas la encuentren empaquetada y posiblemente la compren para una fiesta.
Entro y unos de los hombres que cortan la carne me sonríe. Lo miro indiferente.

Se aleja y me acerco hacia el mando de control de la maquina. Me persigno. Al menos esta es suficiente moderna y no tengo nada más que hacer que presionar el botón. Aunque si, a veces se queda atorada y ahí si. Estúpidas vacas gordas. Me siento en una silla que hay. En el piso hay un poco de sangre. Miro a una vaca con las manchas no tan negras, son más bien como café. Suspiro.

-Bien pequeña, llego tu hora. Cuando no te toca aunque te pongas y cuando te toca aunque te quites.

Cierro los ojos y presiono el botón.

Se escucha el sonido de la maquina, los lloriqueos del animal, y lo peor, la sangre sale por algunos orificios. Cierro mis ojos y solo escucho el horrible sonido. Quiero vomitar. Esto es horrible. Muero de asco. Y de tristeza.

La siguiente es una vaca con las manchas mas negras. Presiono monótonamente el botón. Y el horrible proceso vuelve a repetirse quiero llorar.

Muero de asco, se que estoy pálido.

El proceso dura de nuevo unos veinte minutos. Al terminar miro otra vaca. Esta es mas blanca con las manchas mas negras, y es linda. Se ve limpia. Le miro atento y me dirigea mirada. El animal. Un animal, tonto e inútil que muy pronto morirá, sintió mi mirada. Me mira atenta. Me muerdo los labios de tristeza. Me acerco al botón pero antes de eso escucho un chillido acompañado de un:

-¡MUUUUUU!

Escucho fuertemente. Me dirigo hacia ella. ¿Es posible esto? Tienes lagrimales húmedos.

Corro hacia la puerta detrás del vidrio en donde están las vacas. Le quito el el seguro que tiene entre las patas y le pongo un collar que hay a la mano junto con una cadena. La saco de ahí y sigo aplastando el botón para matar a las otras vacas.

Esta es una vaca muy linda. Una linda vaca, mi linda vaca. Mi vaca.

La vaca de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora