Capítulo 2

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Después de que Harry se llevará a la vaca a su pequeña choza y la atara muy bien en la pata de una silla del comedor; para que no se escapara, Harry se fue a dar un baño.

Harry siempre había soñado con tener una vaca y por fin la tenía ¡No podía estar más contento!

Mientras este se tallaba con la esponja repleta de jabón las rodillas, pensaba en las cosas maravillosas que podía hacer con su vaca. Pensó en mañana llevársela a pasear a los campos del su rancho. Pero con la gente chismosa que lo rodeaba, seguro le dirían a su patrón que se robó una vaca. A Harry no le convenía eso. Ya que lo despidieran.

Harry pensó en comerse a la vaca. Eso sí le convenía. Pero pensó mejor en las consecuencias. Él sentía algo en su corazón que le impidió hacerle algo a la vaca en la fábrica y ahora que la tenía sabía perfectamente que sería incapaz de matarla.

Cuando se salió de bañar y se puso el pijama fue a ver a su vaca. Estaba dormida.

Harry sintió algo en su corazón. Le dio mucha ternura ver a su vaca durmiendo plácidamente. Se miraba muy linda, así que decidió tomarle una foto. Pensó en subirla a su Instagram pero como su patrón lo seguía miraría la foto. Harry quería presumirle su vaca a todo el mundo, pero lo regañarían. Lo despedirían. Harry no podía presumirle su vaca al mundo.

Cuando Harry iba a ir a la cocina, sin querer le piso la cola a la vaca, la cual emitió un leve sonido, pero no era un mu:

"LOOUU"

Harry dio un brinco.

Su vaca era especial, no hacía mu. Cada vez se enamoraba más de ese animal.

Harry se acercó y le dio un masaje en la colita.

Decidió llamarle Louis, ya que era muy parecido al Lou que emitió la vaca.

La vaca de HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora