Capítulo 2:

11 4 7
                                    

Chapter II

Está en mi cabeza, y no estás aquí cuando más te necesito


El viento azotaba su rostro, sentía el frio de la silla de metal rozar la piel que dejaba al descubierto su pijama, todo el lugar se encontraba obscuro, solo alumbrado por la luz de la luna.

Siente las pisadas acercarse a su dirección. El ruido de las hojas crujiendo bajo sus pies y el largo de un vestido arrastrando varias ramas.

El tacto de una mano fría toca su rostro, y araña sutilmente su cara con las largas uñas.

Quita la venda de sus ojos, encontrándose cara a cara con su acompañante.

—¿Ahora me crees?— la voz femenina pregunta.

—No se de que hablas— sollosa desesperada

—Deja la ignorancia, está aquí, solo despierta— una mueca de molestia deja su cara mientra se acerca delicadamente pero amenazante a la de pelo azul y con voz alta ordena lo último en su oido —¡DESPIERTA!—

##

El grito que deja su garganta mientras abre los ojos atrae a su madre, la cual se encontraba durmiendo en la habitación de alado.

Abre la puerta asustada y se acerca a la cama de su hija la cual transpiraba tratando de controlar su respiración, su cuerpo se encontraba sudoroso, lagrimas brotaban de sus ojos y sentía que su corazón saldría de su pecho.

Cuando recién se encontraba a su lado abraza a su madre, la cual no duda en envolver sus manos alrededor de su cuerpo.

—Ya está, tranquila, solo fue una pesadilla. Ya estás a salvo— susurra calmadamente

—¿Que estoy a salvo? Mamá esa cosa se mete en mi cabeza cada vez que sierro los ojos, y siempre es peor, ya no aguanto más—

—Lia...— su madre hizo silencio antes de volver a hablar—  me quedaré hasta que te duermas—

La más pequeña en la habitación asintió, sabiendo que en compañía de alguien nunca la perturbaban sus sueños raros. Se encogió bajo el bulto de colchas y cerró los ojos.

##

Se asegura de que su hija esté dormida y con cuidado se levanta de la cama. —Déjala a ella fuera de esto Liam— demandó al aire. En un rincón de la habitación poco a poco apareció una figura masculina.

—Solo me aseguro que no sea un peligro para mí— el semblante juguetón que siempre usaba con la cazadora no desapareció mientras hablaba

—¿Y ya te aseguraste?—seria pregunta— No quiero que vuelvas a entrar a su mente- demanda

—Tu hija experimenta cambios, y no moriré por una cazadora inexperta. Mantenla vigilada, no quieres que termine como las demás— asegura observándola. La horrible atracción que siempre sentía cada un siglo no desaparecía, su parte racional y a la que obedecía lo hacía alejarse. Pero muy en el fondo, y aunque no lo admitiera, el querer acercarse era mucho más grande que en otros tiempos, como si lo estuviese atrayendo un imán.

Pero los ojos dicen lo que el alma siente....

Una mirada lujuriosa que la madre de la actual dormida descubrió bien oculta en esos ojos azul cielo la hicieron intervenir —Aún puedo matarte yo, cuidado por como te expresas de ella, si quisiera le daría tu dirección exacta a Greg—

Una risita burlona escapa de sus labios —Pero no harás eso, nos nesesitas para que no muera— incita ignorando sus actuales emociones, como siempre asía, la de apariencia mayor le da una mirada de advertencia —Está bien... le diré a mi madre que apresure la búsqueda— contesta arto —También que nesesitas hablar con ella...—Rueda los ojos con una mirada cansada —adiós... tía— se despide y en un parpadeo de ojos el azabache desaparece de su vista..

##

Lágrimas salían de sus ojos al clavar el cuchillo de plata al actual hombre lobo. Una mirada de culpabilidad inundaba sus ojos, junto con el eco del rugido antes lanzado.

En esto consistían sus entrenamientos, según la figura masculina que la entrenaba, le hacía falta trabajar con sus sentimientos, órdenes estrictas de su abuelo. Se recuesta contra un árbol y toma su botella de agua,

Cierra los ojos un segundo y la imagen de cierta chica peli negra llega a su mente, ella llena de sangre y con el cuello roto.

Así terminarás si no me escuchas La voz en su cabeza no tarda en llegar, abre los ojos de inmediato, tratando de enfocarse en algo más, de no hacerle caso a ese susurro.

—Se asercan chupasangres, prepárate— informa su acompañante, ella bufa

—Estamos invadiendo su territorio, mejor vámonos— intenta razonar.

—Deja las emociones Ana Lía, nos perseguirán hasta dejarnos secos, mejor los matamos cuando andamos con toda la energía—

—¡Somos dos contra sabrá dios cuántos!— brama enojada

—Piensa en tu bisabuelo. Lo dejaron seco, ¿piensas seguir con su legado?— La de pelo azul gruñe y juega con las dagas en sus manos, justo cuando aparecen dos seres de la noche.

Cada uno escoje un oponente, patadas, puños, unas cuantas cortadas, por parte de la cazadora y algún que otro rasguño de las garras por parte el inmortal son idos en su contra, el grito de su compañero al ser mordido la desconcentran de su trabajo, logrando que el vampiro la tire al suelo y falle al querer clavarle una daga con verbena. El cuello le queda al aire siente que lucha con morderla o no, alfinal decide hacerlo y justo cuando siente que le clavarán los colmillos en la piel, su oponente es arrancado de encima.

Se levanta rápidamente del suelo y alcanza su daga. Los dos vampiros luchaban, y no le quedan dudas que se trataba de un neófito, se acerca por detrás mientras que su salvador trata de controlarlo con el contacto de sus ojos rojo sangre, corta su cuello.

El peli negro voltea a su derecha donde se encontraba la cazadora, la cual se encontraba mirándolo sin parecer sorprendida de que fuera esa criatura, supuso que sus búsquedas habían tenido resultado.

Con un asentimiento de cabeza hacia su "ayudante" usa su super velocidad para salir de ahí, no sin antes llevarse el cuerpo inconsciente del otro neófito.

Dejando a cierta adolescente mirando el lugar por donde había escapado minutos antes....

Sombras Del PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora