La golpiza que me diste que más me dolió emocionalmente, fue cuando tenía 8, tú te tomaste unas pastillas y estabas dormido, mientras tanto yo jugaba con mi hermano, él solo tenía 6.
Durante el juego nos reímos, como los niños que éramos y tú te levantaste y corriste al cuarto donde estabamos, nos golpeaste a ambos, a mi hermano le reventaste el labio y a mí me sangro la nariz.
Ese día le comencé a temer a la sangre, su olor y su sabor, mierda los aborrezco.
Solo éramos unos niños. Cuando terminaste de golpearnos te fuiste muy tranquilo a dormir, como un pendejo angelito que no había hecho nada.
Creí que fue mi culpa y solo pensé "a la próxima no voy reír tan fuerte"
