Recuerdos

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Quiero aclarar que el siguiente contenido menciona uno que otro tema un tanto explícito, no lo suficiente, pero era necesario decirlo, leer bajo su propio criterio.

🦉♠️

Aun recuerdo cuando esa sonrisa era dirigida a mi persona, me lamento cada día desde que eso ocurrió, la verdad no tengo la intención de llorar, llámame insensible, pero no podía derramar una sola lagrima, eso no la traería devuelta, y era mejor así, no quisiera que viera en lo que me convertí, una maldita paria. Pero, ero era lo que esperaba esta maldita sociedad, no querían que viviera como alguien más, como una persona común, no, solo querían un juguete al cual podían manipular hasta aburrirse y desecharlo.

Recuerdo a aquel al que una vez considere mi mejor amigo, éramos demasiado pequeños, y yo era alguien demasiado ingenuo, creía que todo era bueno en el mundo, que todo estaba bien, que la maldita sociedad estaría siempre de mi lado, que estúpido era, aun no había saboreado el lado oscuro de la humanidad, pero eso es algo de lo que "él" se haría cargo cada día de mi maldita vida a partir de mis 4 años.

El hombre al que llamaba padre, siendo sinceros, no recuerdo al imbécil, solo se que cuando se enteró de mi condición salió por aquella maldita puerta para no volver jamás, mamá no dijo nada por ello, pero que llegara dinero sin falta cada mes era algo que le agradecía a ese hijo de perra, pero, era obvio que dejaría de llegar tan pronto se enterara de la noticia a tras vez de los medios.

Viví una vida de mierda en una sociedad donde el más fuerte domina, y el mas débil es olvidado, no, mejor dicho, aquellos que son útiles son la justicia, y aquellos que son incomprensibles son los villanos, por desgracia para mi, no encajaba en ninguna de las dos categorías, por ello me convertí en la paria de la sociedad, donde sin importar si fuera héroe o villano, simplemente sería un lastre, una escoria, o como mi amigo de la infancia me había apodado, un "deku" por el resto de mi vida a los ojos de las demás personas.

Cuando perdí a mi madre en aquel altercado fue que algo dentro de mi murió, la poca esperanza que mi madre había intentado salvar a duras penas, después de mi fatídico encuentro con mi héroe favorito, simplemente se hizo añicos, aún recuerdo cuando ella lloro, cuando intente saltar por aquel edificio, solo quería salir, quería darle fin a esta vida, pero llámenlo instinto maternal, tan pronto como estaba listo de dar un paso a la siguiente vida, sentí unos cálidos brazos rodear por mi espalda, esas inagotables lagrimas derramándose y humedeciendo mis ropas, lloré como nunca en aquel momento cuando ella, me sostuvo en su regazo, atrayéndome a su persona, me sentí nuevamente un niño.

Pero perderla fue un golpe duro, empecé a perder mi camino nuevamente, incluso pensé en suicidarme nuevamente, que una sociedad como esta estaría mejor sin un deku como yo, pero entonces recordé sus palabras, su calor, y desistí de la idea, después de todo, eso le partiría el corazón.

Hubo un tiempo en que me metí en la boca del lobo, y me junte con la peor escoria de la sociedad, aun era un mocoso de 15 años pero, eso no impidió que me incluyeran en sus actividades, recuerdo cuando mate a la primera persona, no dormí durante una semana, su mirada aun me persigue, pero es algo que no puedo cambiar, aun recuerdo el primer robo, le dispare a alguien, aun recuerdo la primera vez que me drogue, me sentí bastante bien, fue de los mejores momento de mi vida; todo fingiendo que no era alguien peculiar, todo para poder ser aceptado, obviamente mi mentira salió a la luz, y tan pronto lo supieron me echaron, después de todo, era solo un deku.

El tiempo que desperdicie en esa pandilla fue corto, pronto hice lo mismo al intentar buscar un trabajo, ya que necesitaba dinero para poder mantenerme, fingí que tenía un Quirk mental, y gracias a la práctica no fue difícil fingir que tenia uno de análisis, pero tenia que seguir practicando para no tener que utilizar un estúpido cuaderno y así hacerlo más creíble, dure un tiempo en ese lugar, pero llamo bastante la atención que un chico de mi edad no fuera a la escuela; mi jefe empezó a investigarme, y fue que mi mentira volvió a la luz, no solo me despidieron sino que me arrestaron por los crímenes que antes cometí.

Otro DEKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora