El dolor es verde

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Pero el azul y amarillo se mezclaron, formando un extraño verde, uno que la comenzó a asfixiar. 

Amar a la chica amarilla ya no era alegría, aún cuando lucho por reparar los sentimientos que parecían haberse estancado, las peleas le hacían querer borrar todos los soles que había dibujado.

El amarillo ya no era bonito. Ya no significaba alegría, mucho menos amor. Las ilusiones se rompieron frente a sus ojos, dejándole ver que las mentiras eran amarillas también. 

¿Lo peor? Había dejado que el amarillo se mezclara con su azul y ahora su corazón tenia manchas verdes en él, eso la hizo odiar aquel color.

El verde ahora significaba dolor.

Dolía haberle dado su corazón a la chica amarilla y que ella no apreciara el amor que había en él, dolía saber que su azul no fue suficiente para ser amada.

El rostro del azulDonde viven las historias. Descúbrelo ahora