Capítulo 12: las vistas

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Aún quedaban 3 horas para su turno, así que llegaron a la playa de Las Vistas donde habitualmente se hacia este tipo de prácticas. Ninguna de las dos había estado ahí anteriormente. Se reunieron con algunas de las compañeras de Natalia, hicieron un buen team en pocos minutos. Julia con su típica gracia andaluza, haciendo chiste de cada cosa para intentar que Alba se integrara lo más rápido posible al grupo. Por otra parte, estaba la chica que dirigía el programa para la recuperación de tortugas, Marta, otra andaluza que cuando se juntaba con Julia era una cosa insoportable, competían por el chiste más malo, pero en el fondo eran dos seres de luz.


La primera impresión de Alba fue bastante buena, se sentía parte del grupo, no podía estar rodeada de mejor compañía, desde un primer momento notó una conexión que llevaba mucho sin experimentar. Pero lo que más le gustaba de esa situación era tener a la morena alta a su lado y estar ahí por ese motivo, le hizo recuperar el punto que anteriormente con el debate de los parques con animales había perdido.


-Hola encantada, soy Marta Sánchez, y por lo que puedes ver soy todo lo contrario a la cantante; morena, andaluza, con más gracia y una voz que le da mil vueltas a la rubia de bote.


-Yo soy Julia Medina, y soy la presidenta de MAYMG


- ¿Cómo? – preguntó Natalia sorprendida, nunca antes lo había escuchado.


- illa déjame terminar, para las que no sepan, significa "más animales y menos gilipollas"


- Madre mía Juls, eres un caso aparte – comentó Nat y todas se rieron.


- Encantada, me caéis todas muy bien chavalas -dijo Alba sonriendo.


- En ocasiones toco la guitarra y compongo letras para gente muy reputada en el mundo del artisteo. – concluyó la gaditana.


- ¡Ay!, a mí también me gusta cantar, lo de componer no se me da tan bien aunque lo intento, pero vamos que todo lo relacionado con la música me gusta- respondió emocionada la rubia.


- Esos artistas no los conocen ni en su casa, porque no existen – Natalia intentó picarla.


- Tu déjame unos años, y me verás en lo créditos de más de un disco, incluido en el de Alba, ¿Cuál es tu apellido? - preguntó Julia-  Reche- respondió la rubia – Pues eso, que me verás en el álbum de Alba Reche que es la leche con colabo y todo- dijo Julia bastante confiada.


- Pues dedícate 100% a eso y déjame a mí el puesto en el Loro Parque simpática – dijo la morena con un tono irónico.


A Alba se le cambió el semblante, y Natalia pudo notarlo, por lo que se acercó a ella.


- ¿Te encuentras bien Alba? – preguntó Natalia


- Si..., bueno..., sí todo bien – dijo Alba para no abrir de nuevo ese melón.


- No te noto muy convencida


- Está todo perfecto, ¿vamos con las tortugas? – Alba prefirió dejar de lado ese tema para centrarse a lo que de verdad habían ido, no quería que nada ni nadie le fastidiara ese momento tan lindo.


Natalia agarró a unas de las tortugas con la ayuda de Alba, entre las dos la cargaron hasta la orilla donde en una cuenta atrás que hizo la morena la soltaron a la vez. Ambas sintieron una liberación al ver como la tortuga se alejaba. Se miraron y Alba pensó que era un buen momento para quitarse los jeans, la camisa y salir corriendo hacia el agua en braguitas, no le dio ningún tipo de pudor hacer eso delante de la morena y sus amigas. Fue ahora Natalia la que se quedó glitcheando unos segundos y al ver que una manita la llamaba desde dentro del agua se quitó la ropa y fue hacia ella. Unos minutos después se unió el resto de chicas que si iban preparadas con el outfit de playa.


Comenzaron a hundirse unas a otras, la rubia parecía un pez globo de toda el agua que había tragado. Natalia tenía sobre sus hombros los pies de Marta, que no dudo en tirarse hacia atrás intentado hacer una voltereta, cosa que se quedó en un increíble planchazo el cual le produciría un dolor de espalda que le dudaría días.


Después de un largo rato y cuando se dieron cuenta que sus dedos parecían pasas decidieron salir del agua. Corrieron con las manos en los pechos hasta Julia que le ofreció una toalla a cada una y en la que rápidamente se enrollaron. Alba miró la hora que era y le pidió a Natalia por favor si la podía llevar a su piso, ya que era demasiado tarde. Natalia aceptó, pero necesitaba darse una ducha ya que no le molaba esa sensación de tener el cuerpo repleto de agua salada.


- Vale, pero deja darme una ducha en los aseos de aquí - comentó Natalia.


- Te duchas en mi casa, y te presto lo que necesites – dijo la rubia sin pensarlo.


- Pero tienes prisa Alba, ¿Cómo me voy a meter en tu piso ahora? – respondió Natalia.


- Ya que tú me has hecho el favor de traerme al sur, es lo mínimo que puedo ofrecerte -concluyó Alba.


Se subieron al coche y Alba fue dándole las indicaciones hasta su bloque. Natalia intentaba disimular, pero la nerviosa ahora era ella, se pasó los 10 minutos de trayecto callada sin decir nada, no era capaz de articular palabra. No entendía como la Alba de hoy era todo lo opuesto a la que había conocido días atrás en el hotel, a la que le daba pánico compartir espacio con ella y salía corriendo al mínimo contacto ¿qué había cambiado? Natalia no entendía nada y mucho menos el porqué de su nerviosismo actual.


Llegaron a su destino, Alba comenzó el camino andando hacia su apartamento y Natalia la siguió como si de su sombra se tratara. Estaba disfrutando de las vistas que tenía delante y que precisamente no eran las del lugar donde se encontraban sino de los glúteos tan bien definidos que tenía la rubia. El apartamento era un segundo sin ascensor, cosa que le resultó maravilloso ya que así se salvaba del momento tenso de ascensor que no le apetecía nada vivir y se aseguraba de deleitar ese culo unos segundos más.




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Seguimos para bingo, disfruten del finde, nos vemos mañana.

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⏰ Última actualización: Mar 04, 2022 ⏰

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