32 - Como las parejas normales

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No hicieron nada más que abrazarse en silencio, respirando el aroma de la otra, dejando caricias, limpiando algunas lágrimas de alivio que aparecieron un par de veces, dando sonrisas, así pasaron horas que para ellas no fue tanto.

ChaeWon estaba acostumbrándose al tumulto de emociones en su pecho, intentaba no agobiarse, por más que eran las mismas que ella tenía, de alegría, de alivio, de amor, parecía que podría desbordar.

Era como si todas sus emociones se hubieran multiplicado, corriendo en su interior.

Por otro lado, MinJu intentaba permanecer tranquila, por más que quería casi gritar de felicidad, podía sentir la ligera inquietud de ChaeWon por tanta carga.

Cuando cayó la noche, alguien golpeó la puerta del cuarto.

MinJu miró a la omega.

- ¿Esperabas a alguien?

ChaeWon negó.

- Si es YeNa no abras.

- No necesitaba que me lo dijeras para no abrirle.

MinJu se separó un poco de ChaeWon para no aturdirla con el grito de "¿Quién es?" que propinó desde la cama.

La puerta se abrió y una mujer joven les dedicó una sonrisa amable, al ser beta, no tenía olor que pudiera molestarlas.

En las primeras horas del lazo, las parejas tenían la necesidad de permanecer juntos y solos, compartiendo su aroma y compañía, creando un espacio único para los dos. Y cualquier otro aroma alteraría bastante la tranquilidad de ambos.

La mujer cargaba una bandeja de comida.

- Me ha comunicado la joven YeNa que Kim ChaeWon no ha comido bien - dijo, y la omega se ganó una mirada seria por parte de MinJu -. Quizás ahora que está usted pueda hacerlo.

MinJu asintió, dándole permiso a la mujer al pasar.

La beta acomodó una mesa de cama junto a ellas antes de dejar la bandeja en esta, hizo una reverencia y se retiró, cerrando la puerta.

MinJu vio varios cuencos con comida, desde sopa de fideos, hasta ensaladas y pollo, acompañado de pequeñas botellas de salsa de soja y aceite, con palillos y cubiertos para ambas.

Se sentaron, aún bastante cerca de la otra, pero lo suficientemente apartadas para comer cómodas.

MinJu comenzó a regañarla por no comer, con lo que ChaeYeon sólo bajó la cabeza, concentrándose en su sopa y sus fideos.

- Unnie - la cortó, la otra dejó de hablar, la omega tragó duramente -. Estoy embarazada...

El volumen de su voz había ido bajando estrepitosamente en esas dos palabras, y MinJu tardó un momento en pensar que había escuchado bien.

Una mirada insegura, acompañada por ese sentimiento en su pecho, hicieron a MinJu reaccionar.

MinJu sonrió ampliamente, mostrando sus encías, haciendo desaparecer sus ojos, comenzó a reír.

ChaeWon sintió toda la felicidad de MinJu, por lo que sonrió también.

La mayor miró a ChaeWon con gratitud, besó sus labios con cariño, y luego bajó sus manos hacia el abdomen de la omega, imaginando una enorme y adorable   barriga que dentro de unos meses sería realidad.

Ambas sintieron el miedo de la omega descender.

- Yo... No sé si seré una buena madre - murmuró ChaeWon.

- Lo serás - MinJu habló con seguridad -. Tampoco voy a dejarte sola, ChaeWon. Es nuestro. Todo lo que no sepas hacer, te ayudaré. Seremos madres juntas.

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