Al llegar la noche Daniel se dirigió a Florida Room, uno de sus socios se lo había recomendado ya que no tenía ni idea de a donde ir. Cuando llegó no tuvo que hacer la larga fila, ya que su amigo, David Ledezma, se había encargado de avisarle al seguridad la importante persona que vendría. A penas entró se acercó a él una chica a medio vestir, tenía shorts negros que mostraban parte de su trasero, un crop top dorado que parecía más un sostén y tacones rojos. Patética, pensó. La chica se acercó a él muy sugerente.
-¿Señor Catanese?- dijo en tono seductor.
-Así es.
-Muy buenas noches. ¿mesa VIP?
-Buenas noches. Sí, por favor.
-De acuerdo, yo soy Natasha, su mesera y lo que usted quiera de ésta noche- él sonrió divertido. Ésta es la perra que necesito.
-Lo tendré en cuenta.
-Gracias. Vayamos a su mesa.- Abrió una puerta y lo dejó pasar. Desde allí se podía ver toda la pista. Se sentó en la mesa que ella le indicó y le sorprendió que ella se sentara a su lado.
-Em... Tu te vas a quedar aquí?- Preguntó confuso.
-Claro amor. Si hoy me iré contigo- dijo pasando la lengua por su cuello.
-Creo que nos iremos temprano entonces- habló divertido.
-Si es lo que quieres. Esta noche soy toda tuya.-besó su mejilla.
-¿Eres resistente?- contuvo un gemido.
-Todo lo que quieras.- continuaba dando besos de su rostro a su cuello.
-Bien, nos iremos en un rato.- posó su mano en su trasero- ¿puedes traerme un whisky?
-Ya vuelvo precioso.- se levantó y fue a buscar la bebida y a los minutos regresó.- Aquí esta amor.
-¿Te parece que luego de tomarlo nos vayamos?
-SI así lo quieres- besó su cuello. Daniel tomó la bebida en un trago y se levantó.
-Hora de irnos- Natasha se levantó.
-Iré a avisar.
-Y yo a pagar la cuenta.- luego de pagar Natasha se acercó.
-Ya está listo.- se colocó a su lado.
-Bien vamos- posó su mano en el trasero de la chica y dio un leve apretón para luego pasar su mano por toda la zona.
-Vamos bebé.- salieron y entraron a su auto deportivo. -¿A donde iremos?
-A mi casa. ¿Algún problema?
-Para nada, encantada.
-Bien.- Al llegar a su departamento él habló por primera vez.
-Bajemos.
-Okay.- Bajaron y entraron al departamento. Era muy hermoso, delicado, moderno y limpio.- Es muy hermoso.
-Ya lo sé. Acércate- Ella lo hizo y él empezó a besarla con fervor y pasar sus manos por todo su cuerpo y ella por el de él. Empezaron a despojarse de sus prendas hasta quedar completamente sin nada. Ella se puso de rodillas y metió su miembro en su boca lentamente y él gemía cada vez más.
-Oh sí nena, más rápido.- Y así lo hizo hasta que él se corrió en su boca, ella dejó escapar un poco de semen por un lado de su boca y con su dedo índice lo limpio y acerco a la boca de Daniel y él limpió su dedo.
-Es mi turno.- él la acostó en el sofá y acercó su boca a su sexo.- no, quiero correrme contigo.- dio la vuelta dejándolo a él bajo ella y sin más introdujo su erección en su sexo soltando gemidos y suspiros de placer, comenzó con movimientos suaves y a medida que sus respiraciones se hacían más fuertes también sus movimientos hasta llegar al clímax. Volvieron a hacerlo un par de veces más hasta quedar completamente satisfechos y quedarse dormidos sin siquiera darse cuenta.