Limerencia

uno

La alarma comienza a sonar, ese molesto ruido hacía que mi humor no fuera el mejor por las mañanas, lo golpeo mientras veo que las agujas marcan la hora 07:30 a.m.

Mis ganas de asistir a la universidad son pocas el día de hoy, luego de pensar en si presentarme o no, recuerdo que desgraciadamente mi futuro depende de ello y es ahí cuando levanto mi culo de mi cama.
Como todas las mañanas paso por el espejo y noto que mi cabello luce hermoso esta mañana, con uno que otro pelo ondulado pero está bien, suele estar peor.
Busco mi ropa del día de hoy, al terminar de alistarme tomo mi blaizer junto a mi mochila y salgo hacia el campus.

En la cruzada de una calle a otra mis audífonos suenan a The Weeknd con su maravillosa canción apodada The Hills. Miro hacia el semaforo de enfrente y está colocado en verde por lo que bajo del cordón para cruzar dicha calle, lo que no calculé fue el BMW color negro que estaba a punto de atropellarme.

n ese momento mi cara lo dijo todo mostraba mi expresión de susto y a la vez enojo, mi corazón latía a mil por hora y no era capaz de controlar mi respiración.

- ¡Que mierda! ¿estás ciego o qué carajos?- le dije gritando y a la vez palmeteando el frente del auto con fuerza -

El rostro del conductor se lograba notar muy poco por culpa del reflejo del sol esa mañana, lo que si podía notar que era hombre, con barba, lentes de sol y vestido de negro, pero solo me queje y salí, al darme cuenta que estaba llegando tarde a mi clase de filosofía.

Con el corazón en la mano llego al establecimiento corriendo para tomar las escaleras rápidamente.
Al llegar al segundo piso nota la puerta del salón abierta, lo que quería decir que el profesor aún no había llegado, por lo que corro con toda la poca energía que me quedaba, para no hacer notar mi tardanza y tener que recibir un semon por ello.
Busco mi asiento con la mirada y me dirijo dejando mi mochila a un lado de este, mientras tomo una coleta para recoger mitad de arriba de mi cabello.

La mañana transcurrió normal y ligera, a la llegada del almuerzo, me dirigí hacia la cafetería para buscar una mesa en la que tomar mi almuerzo.
Luego de ello, mi próxima clase tocaba a las 10:25 por lo que subí al tercer piso para entrar a la clase de Literatura.
Al pasar la puerta del salón en el que se encontraban mis compañeros ya sentados y junto a ellos el director y otro hombre el cuál desconocía, solo toco dos veces la puerta para pasar y no interrumpir nada.
Recibo una mirada un poco frívola del director y paso a sentarme en el unico asiento desocupado, el del medio en la primera fila, cuanto detestaba ese lugar.

- Bueno, viendo que ya no hay ausentes, - este me miro - creo conveniente comenzar a entregarles el comunicado - soltó el director mientras volteó muy severamente hacia el acompañante castaño a su lado - Mis queridos alumnos de la institución, como sabrán este es el último año en el que nos acompañarán - los receptores interrumpieron con abucheos y aplausos - Gracias por eso muchachos; como decía, este es su año de egreso, por lo cual al recibir su diploma tendrán a sus mentores y un invitado presente - hasta ahí fue lo que escuché, luego de perderme en la consentrada mirada del castaño que acompañaba al director, el cual me parecía un poco familiar y aun asi no le di importancia. Mostraba una expresión algo atenta y muy seria.
Yo solo miré y fruncí el ceño intentando recordar de donde se me hacia conocido el rostro del ojiazul.

¿De donde te conozco ojiazul?
Me pregunté y seguí observándolo hasta que una voz me sacó de mis interrogatorios y pensamientos.

- Pss - se escuchó desde el asiento de atrás. Era Jane, mi amiga, había llegado tan distraída que ni noté su presencia - Oye - esta vez toca con su índice algunas veces mi hombro, lo que hace que volteé ligeramente mi cabeza para escucharla - ¿Viste ese bombón? - yo solo asentí - Él nos entregará nuestro diploma el día de la graduación.