8. Es Sencilla

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Natsu sabía que a Lucy le gustaban las cosas caras, pero también que cuando debía ahorrar elegía lo más barato.

Aunque ahora no sabía porque había escogido un adorno para el cabello más barato, aún sabiendo que había uno que le gustaba más pero era más costoso.

—¿Por qué escoges ese si el otro te gusta más?

—P-porque no traigo mucho dinero encima. Además, este también es muy bonito.

Por algún motivo, no le creyó.

—Si tú lo dices.

Pero tampoco iba a preguntarle por ello. Seguramente sería sobre algún tema de mujeres y eso le aburría completamente. Así que decidió dejarlo pasar.

Estaban de camino a una misión. Pero la más animada era Lucy.

Esta vez no era por ansias de conseguir más dinero. Seguramente sería para poder pagar tranquila el alquiler de su casa sin tener a la casera persiguiéndola constantemente.

El trabajo ofrecía una buena paga. Entre los cinco magos se lo podrían dividir perfectamente entre ciento setenta jewel por persona.

Obviamente estaba Happy quejándose de que el también quiere una gran parte. Pero los demás siempre le recordaban que siempre él y Natsu compartían el dinero, y cuando se quedaban con el bolsillo vacío iban con la rubia.

Pero por lo menos esta vez no se lo gastarían tan rápido como siempre.

—Hacía tiempo que no nos daban un trabajo tan bien pagado.—Comentó la pelirroja.

—Sigo sin creerme que Wendy y Charle puedan pagar un alquiler de cien mil jewel. Duramente puedo con el mío.—Dijo la rubia.

—Es porque nosotras si sabemos cuándo decirles que no a Natsu y Happy.—Dijo la Exceed blanca.

—En realidad, esa eres tú, Charle.—Siguió la peliazul.

—Deberías guardar bien el dinero, Lucy.—Rió el mago de hielo.

—Aunque lo esconda, Happy y Natsu lo pueden encontrar, y no sé cómo lo hacen.—Dijo la maga celestial con un aura depresiva.

—Mejor dicho, tú no sabes guardarlo. Siempre lo dejas en sitios muy obvios. Por ejemplo, tú cajón de ropa interior.—Dijo el mago de fuego con una gran sonrisa.

—¡Se supone que no debes mirar ahí!—Gritó Lucy.

.....

—Lucy lleva días sin aparecer por el gremio.—Dijo preocupado Happy.

—Quizás esté durmiendo.—Dijo el pelirrosa, prestándole más atención al trozo de carne.

—¿Durante cinco días? Eso es un poco exagerado.

De repente Natsu sintió que se le bajó la tensión.

«¡¿Y sí ha ido a ver la lista y se ha dado cuenta que solo tengo escrito por la número 7?! Ya han pasado ocho meses desde que se lo prometí. ¡Y yo quiero terminarlo antes que ella!»

—Happy, ¿cuánto tiempo estuvo Lucy escribiendo las diez razones?

—Creo que diez meses. Se lo estuvo pensando bastante. Y tú también llevas un tiempo pensándolo. A este paso, Lucy te ganará.—Dijo con una sonrisa llena de malicia.

—¡Me niego completamente! ¡Antes de que se completen los diez meses, la terminaré yo primero!

Después, Natsu se volvió a calmar y recordó porque se había asustado anteriormente.

¿Por qué la quieres? | Versión Natsu | NaLuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora