6. Es Solidaria

421 43 25
                                    

—No tenías porque ayudarnos a limpiar la casa, Lucy.

Nuestro trío de idiotas se encontraban en la casa del mago de fuego y el Exceed. En primavera acostumbraban a hacer limpieza, por mucho que al pelirrosa y al gato azul no les gustara. Tenían que mover muchos muebles y siempre acababan cansados. Pero es lo que tiene cuando solo limpian su casa una vez al año.

—No tengo nada mejor que hacer. Además, es por un bien común.—Susurró lo último la maga

Obviamente le escuchó el mago de fuego. Pero prefirió hacer que no la había escuchado. Internamente saltaba de alegría al oír eso.

—¿Cuánto tiempo ha pasado desde ese día?—Preguntó Happy.

—Creo que van seis meses.—Afirmó la rubia.

—Natsu, a este paso vas a perder la apuesta.—Miró retadoramente el Exceed al pelirrosa.

—¿Qué apuesta?—Preguntó la maga.

—Ni se te ocurra.—Dijo el pelirrosa, mirando al gato azul.

—Te amenazará dejándote sin pescado. Pero sabes que en mi casa hay de sobra.

—Natsu apostó conmigo diciendo que terminaría primero la lista.—Dicho eso, se puso sobre el hombro de la maga celestial.

—¡Maldito gato traidor!

—No sé qué tan avanzado vas, pero si quieres terminar antes que yo, te recomiendo darte prisa.—Advirtió la rubia con un sonrisa.

—¿Cuánto tiempo te tomó la lista?—Preguntó con miedo.

—Diez meses.

E iban por seis meses, y solo iba por la mitad de la lista.

—Sabes, Lucy. Natsu a penas va por la mitad.

«Maldito gato parlanchín»

—¡Bien! ¡Hagamos una apuesta!—Gritó el mago de fuego.

La maga lo miró, dándole a entender que le escuchaba.

—Si termino antes que tú...—Se acercó al oído de la rubia, antes quitando al gato azul del hombro de la maga.

El Exceed observó a ambos y de un momento a otro la cara de Lucy se puso completamente roja.

—¡¿Qué estás diciendo?! ¡Me niego!

—¿Por qué sabes que ganaré la apuesta?—Dijo riendo con malicia.

Lucy solo tartamudeó.

—No lo haré.—Dijo con seguridad.

—Es una apuesta, ya has aceptado.

—¡No he aceptado nada!—Le replicó.

—Pues a mí me parece que sí.

—¡Bien! ¡Lo haré si ganas! Pero si yo gano, no podrás intentar hacer eso en sitios públicos.

—¿Eso?—Preguntó Happy.

—¡¿Por qué no?! ¡Parecías agusto siempre!

—¡Eso no se hace fuera de casa!—Regañó con el ceño fruncido y sonrojada hasta las orejas.

—Pero hasta que sepamos quien ganó la apuesta...—Se acercó a la rubia, quedando su rostro peligrosamente cerca.—Puedo seguir haciéndolo.

—No, primero a limpiar.

Lucy se alejó del mago y le pasó un plumero y escoba.

—¡Pero...!

—Sino cancelamos la apuesta.

¿Por qué la quieres? | Versión Natsu | NaLuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora