CPITULO 5: ¡COCINEMOS!

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Ainhoa sigue sin poder creer que Justin seguía con vida. Sam trata de tranquilizarla, así que la abraza y le dice que todo va a estar bien; ella aun así entra en calor y se enoja volviendo a golpear a Javier pidiéndole una explicación de porqué Justin seguía con viva, lo cual Javier le responde:

-Todos pensaron que había muerto en la explosión...

-LO VI, ¡VI COMO EL AUTO EXPLOTO Y ÉL ESTABA DENTRO DEL AUTO!!!

Sam nota la frustración y desesperación en Ainhoa, así que Sam la toma de la mano y le dice:

-Si sigues golpeándolo, interrumpiéndolo y desesperada, no vas a escuchar nada, déjalo hablar, todo va a estar bien.

-Pensé que solo eras bueno para pilotar helicópteros, pero veo que no.

-Tú cállate, que ahora mismo nada me detiene a dejarte una bala en medio de tu cabeza.

-...

-Habla

Javier sigue mostrándose muy confiado y sin dejar de reír. Ainhoa no deja de llorar y Sam es el único que está completamente cuerdo en estos momentos. Javier empieza a hablar sobre lo que paso con Justin.

-Como decía: Todos pensabanu que había muerto en la explosión, pero la realidad es otra... Cuando la abogada se despedía del cocinero con su más normal y casual beso; subiendo Justin al auto, a los segundos el auto exploto, y la abogada estando presente con su fiel amigo Sam y entre los otros soldados, eran los testigos suficientes para que se creyera sobre la muerte de Justin. Pero obviamente no murió, y me enoja saber que ustedes lo subestimaron tanto como para creer que si estaba muerto.
Pregunta Sam - ¿Cómo sobrevivió?

-Buena pregunta. Aunque no fue algo de otro mundo o una idea de otro nivel; simplemente el auto tenía un orificio en la parte baja, y el auto estaba estacionado encima de una alcantarilla, y solamente tuvo que bajar por la alcantarilla, y habiendo bajado explotar el auto.

Ainhoa pregunta - ¿Por qué lo haría?, estábamos enamorados! ¡No tiene sentido!

- ¿Por qué no se lo preguntas tu misma abogada?

- ¿Yo? ¿Cómo?

-¡¡EN LA OTRA VIDA!!

En ese momento Javier suelta una granada que todo este tiempo estuvo tratando de sacar, ya logrado la deja caer en el suelo; Sam se sorprende y simplemente reacciona pateando la granada. La granada pasa por el lado de Javier y explota...

Oliver sigue muy melancólico, depresivo, y completamente sumergido en el sufrimiento por los recuerdos de la muerte de su padre, recordándolo en la camilla del hospital, viéndolo ahí sin poder hacer nada. La tristeza y desesperación es tan fuerte que planea quitarse la vida; consigue un arma, y aunque solo tenía una sola bala decía que con eso era suficiente. Luego de planearlo todo espera que sea una hora muy tarde para que puedo cometer su cometido sin que nadie lo interrumpe o impida.

Llega la hora, el momento y ya estando en el lugar, Oliver saca el arma de su chaqueta y antes de dispararse se sienta en un banquito, prende un cigarrillo, y mientras sigue llorando de rencor e impotencia, empieza a sentirse solo, mirando a su alrededor que nadie lo quería, pensando que nadie se preocupaba por su existencia, viendo que estaba a punto de quitarse la vida y aun así nadie llegaba a tratar de impedirlo, Oliver se siente completamente solo. Bajando la cabeza y mirando al suelo mientras se apunta con el arma; las lágrimas se siguen derramando, y cuando pensó en no pensar más nada y solo hacerlo; escucho la voz de un hombre que se acercaba, aquel hombre usaba lentes oscuros y en su mano tenía un bastón para que lo guiara (era ciego), el hombre caminaba acercándose a Oliver hablando, ya estando cerca Oliver nota que el hombre es ciego, y aquel hombre le dice:

-Hace frio aquí afuera, gracias a Dios te encontré, pensé que iba a estar solo toda la noche. ¿Me das un lado? Me gustaría sentarme contigo, si no es un problema claro

Oliver de forma disimulada guarda el arma de nuevo, se limpia las lágrimas y le sigue la corriente al ciego.

-Si siéntese, no hay problema...

El ciego sonríe, y antes de sentarse se quita su chaqueta y se la pone a Oliver, ya que hace mucho frio. Oliver lo ve hacer eso, y en su rostro ve la sonrisa del ciego y viendo su sonrisa, se acordó de la sonrisa de Pablo, porque en cada una se muestra una actitud muy amable y positiva. Ya el ciego estando sentado junto a Oliver empieza a hablar

-Dicen que las estrellas son las que se encargan de hacer que las noches sean tan hermosas, que la luna sobresaliendo entre ellas con su inmenso brillo hace el complemento perfecto, al igual que los árboles, los paisajes, el mar, cada pequeña cosa, cada pequeño detalle es inmensamente especial; los amaneceres al igual que el anochecer, cada destello de luz es hermoso; ver a tus hijos crecer, ayudarlo a dar su primer paso, hasta verlo montando su primera bicicleta, los desfiles, tu esposa, verla a tu lado cada vez que despiertas, ahí, cada día más preciosa, verla sonreír, llorar, emocionarse, o simplemente verla... ​Son cosas que aprecio y valoro más luego de perder la vista gracias a un accidente. No intentes quitarte la vida... Eres muy joven y tienes toda la vida por delante.

- "¿Cómo lo supo?"- Pensó Oliver.

-Cuando sientas que todo en tu vida te va mal, que la suerte te dejo de sonreí, que no tienes amigos, que te sientas solo, destruido; Llora si tienes que hacerlo, pero después levántate y sigue adelante, sé que has perdido mucho, que ya no tiene esperanzas, pero no es el fin. ¿Para qué dejarse destruir? Si aún puedes oír la mejor música...

- ¿Cuál es?...

-La de tu corazón latir...

Oliver después de escuchar todo lo que ese hombre le decía se sintió muy cobarde en aquel momento, porque veía como ese ciego carecía de todo lo que tenia, pero sin embargo agradecía cada segundo de aliento. Volteando a verlo, lo volvió a ver sonreír, y otra vez volvió a recordar a Pablo, ya que ambos con una simple sonrisa te dan esa seguridad y confianza de que todo va a estar bien.

-Mejor me voy, mañana son las pruebas y exámenes, también deberías irte para tratar de descansar- Dijo el ciego.

-Señor!, antes de irse... ¿M-me Podría decir su nombre?

-JAJAJA, CLARO QUE SI! Mi nombre es... Justin.

FIN DEL CAPITULO 5

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