Jiang Cheng veía a sus padres pelear constantemente, su madre competía contra la sombra de alguien, su padre no sabía amar a su omega destino y él terminaba en medio de todo.
Su hermana era una hermosa omega, siempre buscó su bienestar, cuidó de él como una madre haría, su hermano, un alfa, siempre lo llevaba de aventura, le enseñó lo que era ser feliz y divertirse sin pensar en el futuro, los amaba, eran su todo, hasta que todo se desmoronó.
Ir a estudiar a Gusu fue parte de sus obligaciones y lo aceptó sin chistar, estaba bien alejarse un poco de la rutina con sus padres, pero ahora la presión recaía en ser un buen omega frente al mundo, debía demostrar su educación como heredero de Yunmeng Jiang.
Aquel primer día sintió la necesidad de correr tras los jades de Gusu, sus aromas eran algo único, el omega interno de Jiang Cheng rogaba seguir a ambos alfas, agradecía que su madre le enseñara a controlar sus instintos.
Le fue muy difícil controlarse durante las primeras clases, luego se hirió en el lago, ambos alfas corrieron angustiados a el, no sabía qué hacer, su corazón se aceleró, su temperatura se elevó como nunca antes, agradecía de corazón que Wen Qing lo sacara de ahí.
- Se adelantó tu celo Jiang Wanyin - dijo la alfa mientras lo medicaba
- ¿Por qué? - estaba asustado, si sus padres se enteraban que estaba entrando en celo justo frente a cientos de alfas, lo matarían
- Es tu destinado, tu omega lo está llamando ahora que lo encontró - comenzó a cubrirlo con su aroma buscando protegerlo
- ¿Mi...? - Ahora si estaba muerto.
- Debo dormirte para poder llevarte al receso en las nubes ¿entiendes eso? - Wen Qing notaba cono Jiang Cheng de a poco perdía la consciencia en sí mismo
- Si... - estaba aterrado
......................
-¡¿Dónde está mi shidi?! - Wei Ying que había luchado hombro con hombro junto a los jades había perdido de vista a Jiang Cheng
- La señorita Wen lo llevó de vuelta - habló Xichen
- Bien - Wei Ying voló lo más rápido que pudo para encontrar a su hermano dejando a los alfas más ansiosos de lo que él mismo estaba
En cuanto aterrizó fuera de la habitación de su pequeño hermano, Wei Ying sintió que le hervía la sangre, Wen Qing salía del cuarto del menor bañada en el aroma de su hermano, estaba en celo, mataría a esa alfa si es que le tocó siquiera un pelo.
- ¡Wen Qing! - gritó molesto a punto de golpear a la alfa
- Wei Wu Xian, no hagas ruido, despertaras a Jiang Wanyin - habló serena
- ¿Cómo te atreves? ¿has pensado en las consecuencias de tus actos? - estaba furioso
- ¿Mis actos? Creo que estas malentendiendo la situación, te recuerdo que soy médico - Wen Qing quería reírse de la cara de Wei Ying en esos momentos
- Yo... entonces ¿estabas haciendo...? - Así que todo hizo click en la cabeza de Wei Ying - Lo siento Wen Qing, creo que me excedí un poco - bajó la mirada apenado
- Está bien, te entiendo, vayamos a cenar - le sonrió tranquila y ambos comenzaron a caminar juntos hasta el comedor
...
Ambos jades comenzaron a sentirse ansiosos mientras volvían, sus alfas les gritaban que debían correr, algo estaba pasando, alguien los necesitaba... Jiang Cheng los estaba llamando...
Ahora debían aceptarlo, sabían que ese omega de exquisito aroma era suyo, de ambos, lo notaron desde que llegó a Receso en las nubes, ambos sintieron la necesidad de cubrirlo con sus aromas, una gran necesidad de cuidarlo... ambos, antes de darse cuenta llegaron a Receso en las nubes y ahora estaban frente a la puerta del cuarto del menor, querían entrar y decirle al menor que lo amaban, pero ¿si sus instintos les fallaban? ¿Qué ocurriría si se atacaban entre ambos al entrar y reconocer al omega como suyo? ¿su alfas entenderían que era de ambos o se matarían al entrar? ¿El Jiang los aceptaría?
Los miedos ganaron y ambos optaron por irse, si tan solo hubieran controlado sus aromas, Jiang Cheng no se sentiría tan abandonado dentro de su cuarto...
...
Su celo terminó, su corazón estaba roto, sus alfas lo habían rechazado, los sintió fuera del cuarto, su omega los llamó desesperado, pero aún así no entraron, se sentía solo, abandonado de algún modo.
Wei Ying notó algo decaído a su shidi, su instinto le pedía consolarlo y golpear al idiota que lo haya lastimado de esa manera, pero el Jiang no decía nada, siempre diciéndole a Wei Ying que no se preocupara.
Los hermanos Lan también notaron el cambio en el menor, ¿será acaso que su omega se sintió rechazado porque no lo buscaron? ¿era alguna consecuencia por ello? Los Jades no lo sabían, pero se sentían culpables ¿Cómo podían decirle al menor que lo amaban con el alma?
No lo sabían... o eso creyeron hasta que Wei Ying les dejó la oportunidad en las manos, fue expulsado y Jiang Cheng ahora estaba solo, era su oportunidad de demostrarle que lo amaban, no solo por ser su omega destinado, sino por ser quién era.
Lan Xichen comenzó a llenarlo de regalos que el menor no entendía, Lan Wangji lo acompañaba en caminatas silenciosas y estudios agradables, el Jiang comenzó a sentir algo extraño por los hermanos, en su pecho florecía un sentimiento que no conocía.
- Wanyin queremos cortejarte - escupió el té que bebía ¿en qué momento las cosas avanzaron tanto?
- ¿Qué? - estaba sentado frente a ambos jades, lo veían con cariño, con un anhelo que nunca había visto en los ojos de nadie
- Jiang Wanyin, hace un tiempo mi hermano y yo descubrimos que eres nuestro destinado - Lan Xichen sonrió gentil
- ¿Descubrimos? ¿Destinado? - Oh no, lo notaron demasiado tarde, Jiang Wanyin les había dicho que odiaba el concepto que se tenía de los destinados, su mente tan lastimada comenzó a jugarle una mala pasada ¿solo por eso se acercaron? ¿sintieron el lazo y es todo? ¿en realidad lo quieren por quien es o solamente por el lazo del destino?
- No solo eso - habló Lan Zhan, sabía que debía explicarse, faltaba solo una semana para que el menor volviera a casa y no quería que se quedaran en malos términos, quería decirle que lo amaban desde que lo vieron, su ceño fruncido, su dedicación, la forma en la que hablaba de las personas que ama, no solamente el estúpido lazo - te amamos por quién eres Jiang Cheng - sonrió, Lan Zhan le sonrió como nunca lo había hecho
El corazón de Jiang Cheng se aceleró al verlos tan decididos, en realidad lo amaban, ambos lo hacían y podía sentirlo en sus palabras, la manera en la que lo trataban, no era solo por el destino, era porque lo amaban, podía verlo en sus ojos.
- Si - sonrió y ambos lo abrazaron, querían besarlo pero no sabían si sería correcto... aún....
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NUESTRO OMEGA
FanfictionJiang Cheng nunca fue un creyente del destino, odiaba la idea de los destinados, amar a alguien que no conocías, sonaba absurdo. La historia de sus padres le enseñó que muchas veces los destinados se hieren más de lo que se aman, su hermana le enseñ...