Por un extraño quirk, el salón 1-A, su tutor y el héroe #1 son enviados a otra dimensión paralela a su hogar.
- ¡¿Quiénes son ustedes impostores?! -ahora tenían a un ¿Bakugo? Apuntándoles con una enorme espada.
Enterarse que ahora estaban en otra di...
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Un lunes por la mañana, comenzaba un nuevo y ordinario día en la U.A.
Pero éra la escuela de más prestigio para jóvenes héroes, un ataque por parte de alguien misterioso no podía faltar, los héroes ordenaron a los estudiantes abstenerse de pelear e ir a esconderse.
Sin embargo, el núcleo de aquel ataque sorpresa había sido el salón 1-A, en lo que llegaban los refuerzos el profesor Aizawa quien se encontraba dando clases de piso delante de sus estudiantes, estaba dispuesto a ganar el tiempo necesaria para que alguien más llegara.
Pero piensen, en este salón no podía faltar el trío de suicidas.
Midoriya Izuku, Bakugo Katsuki y Todoroki Shoto fueron quienes ignoraron las órdenes de su sensei de no meterse saltando a atacar a la sombra misteriosa.
En menos de lo que dura un pestañeo aquella sombra había empujado a Bakugo y a Todoroki hasta el otro extremo del salón agrietando el grueso cemento de paso.
¿Y dónde quedó Midoriya? Al despejarse el polvo y tierra que había notaron que aquel sujeto sombra tenía agarrado al pelo verde del cuello, tenía un brazo roto y su cabeza sangraba.
Kirishima e Iida rápido ayudaron a Bakugo y Todoroki quienes también estaban medio conscientes.
—Adiós, falsos héroes —fueron las primeras palabras que escucharon de ese hombre quien después de sonreír estampó con ferocidad y agresividad la cabeza del pobre peli verde contra el duro cemento.
— ¡Alto! —gritó Aizawa, estaba furioso, pero al intentar dar un paso la cabeza del menor visitó otra vez con brusquedad y velocidad el duro cemento.
Al tercer golpe el menor perdió el conocimiento.
— ¡Con un demonio, suelta a Deku maldita escoria! —gritó Bakugo intentando lanzarse de nuevo pero fue detenido esta vez por Todoroki.
—Calma Bakugo, si nos acercamos seguirá lastimando a Midoriya.
— ¡¿Ah?! ¡No me digas que hacer bastardo mitad-mitad!
—Él tiene razón, deberían escucharlo, a no ser que quieran que su dulce amigo sufra las consecuencias —de nuevo la cabeza de Izuku impactó el cemento.
— ¡Ya estoy aquí!
— ¡All Might! —gritaron todos los jóvenes felices de que el héroe #1 haya llegado. Su sonrisa impecable se torció un poco al ver la condición en la que se encontraba su joven pupilo, lleno de sangre, inconsciente y un visible brazo roto.
—Aww, el héroe viene a salvarlos a todos del feo villano. Buh, buh, buh —por cada imitación de lloriqueo estampaba la cabeza del menor.
Esto no pintaba para nada bien, Midoriya peligraba cada segundo que pasaba con aquella sombra.
—Sin embargo, este juego tiene que llegar a su fin —musitó y antes de que alguien pudiera siquiera moverse una luz cegadora apreció y al instante todos perdieron el conocimiento.
—Con esto acabo mi parte del trato...
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