Esta historia no será de caminar sobre las nubes uwu saborcito agridulce ven a miiiii ~~~~
Después de hacer el amor, toda la culpa cayó sobre él, más habiéndose liberado casi por completo del efecto del alcohol.
Había tomado a su sobrina, traicionado a su hermana y a toda la familia.
Todo después de unas copas demás festejando la adultez de la joven, vaya regalo le había dado... y no, no lo decía como proeza u orgullo.
No podía con el sentimiento.
Y tampoco podía verse repitiendo este tipo de actos en un futuro.
Arruinando la vida de la única mujer que había llegado a amar.
Simplemente no se veía hundiéndola en toda la vergüenza de que un secreto tan grande como este saliera a la luz.
Así que, contemplándola dormir unos minutos más... la besó una vez más en esos labios que deseo por tanto tiempo y finalmente los había probado y profanado por primera y última vez.
Su cuerpo se tenso cuando cruzando la puerta su voz resonó en la habitación.
—¿A dónde vas?— preguntó aún en la cama recargada sobre uno de sus codos.
Era una decisión tomada.
Así que reuniendo toda su fuerza de voluntad y tratando de sonar convincente le mintió descaradamente.
—Solo voy por algo de agua...— volteo a verle dedicando una cínica sonrisa por lo falsa que era, gracias a la oscuridad de la noche por ayudarlo a qué no se notara. Ella le sonrió de regreso con su arraigada calidez. —Vuelve a dormir.— asintió, dejando su cuerpo caer nuevamente en esa cama donde habían profesado su amor horas atrás.
La mañana siguiente, cuando el peso de la realidad cayó sobre ella.
Lloraba desgarradoramente tirada a la mitad de ese cuarto que le pertenecía a él.
Pidiendo respuestas a gritos que no obtendría, al menos no de la boca de a quien se las exigía.
Momentos antes.
Le había buscado por toda la casa, y después de cansarse había vuelto a la habitación llena de los recuerdos frescos de la maravillosa noche que había tenido.
Sentada en el sofá que estaba en ese lugar tras las paredes, preguntandose dónde podía estar o a qué horas regresaría.
Tocaba su cuerpo, dónde las manos de su tío la habían recorrido con toda esa pasión electrificante, estremeciéndose ante el recuerdo de tan placentera sensación.
Recorría sus labios con sus dedos recordando el sabor de los besos que compartieron, el toque de vino en cada uno de ellos quien fue su cómplice para que esa noche pasara en primer lugar.
Ambos sabían dentro de ellos, que había algo más que una relación de familia que los unía.
Y aunque ninguno de los dos se había animado a decir algo al respecto. La forma en que se miraban y convivían hablaba por ellos.
Había tanta complicidad entre los dos.
Esa noche gracias al alcohol, los dos habían abierto sus corazones y se habían entregado de lleno el uno al otro... justamente dónde ese sentimiento tuvo lugar por primera vez.
La voz infantil de su primo Toñito la había hecho dar un pequeño brinco, sacándola de sus pensamientos de ensoñación.
—Antonio, me asustaste ¿Qué haces aquí?— pregunto palmeando la orilla del sillón para que tomara asiento con ella.
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El tiempo no perdona, tal vez yo si.
FanfictionUn sacrificio muy grande, pero inútil. Un secreto destinado a guardarse, pero fue descubierto. La espera de un amor prohibido, pero inevitable.