Prefacio

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"Erase una vez en la lejanía de un bosque encantado donde dos almas perdidas se encontrarían para amarse hasta la eternidad"

Mas allá de la cima se encontraba el reino de Geraldia, donde podías ver el mar entero, admirar el mas bello atardecer y creer que podías alcanzar las nubes del cielo e ahí donde gobernaba la alteza real Tomlinson, el rey Joseph era un hombre justo, honesto, amable y bondadoso con su pueblo, gobernaba este reino junto a su amada Amelia, la Reyna era la mujer mas bella que podrías llegar a admirar en toda tu vida, Joseph al conocerla por primera vez en ese hermoso campo quedo fascinado por su belleza, su simplicidad y por que al mirarla a los ojos creyó encontrar el mejor tesoro del mundo, es que simplemente poder mirarla cada día de su vida era como si tuviera el propio cielo para el mismo al alcance de sus manos, sus ojos tan azules eran como las puertas al cielo y cuando brillaban es como si miles de estrellas iluminaran.

Ellos eran una pareja ideal siempre tratando con amabilidad, el matrimonio tenia a tres hijos de herederos, la mas pequeña Desireé era una linda niña rubia llena de rizos tan risueña, amable y traviesa era una princesa encantadora, después se encontraba la princesa Atenea una joven guerrera, aventurera pero aun risueña y amable con todos los seres vivientes de su reino y al final el príncipe heredero al trono el joven Louis William, un prospecto muy apuesto, pero sobre todo muy respetado por su pueblo por que a pesar de su corta edad de veintidós años había participado tanto en el reino como se le era permitido siempre estaba presente, viendo lo mejor para todos los demás.

Pero como todo reino, aunque resaltara la bondad y las maravillas del propio siempre existían cosas oscuras dentro de el, enemigos de los cuales protegerse, acciones que eran tomadas como erróneas, y amores que eran prohibidos para su época.

Esa ultima frase mas en especifico es donde nuestro príncipe se encontraba, el no amaba a las mujeres de su reino, el las respetaba y valoraba, pero era fiel creyente de que jamás podría enamorase o amar a ninguna de ellas.

El reino de Geraldia se encontraba rodeado por un hermoso bosque encantado llamado así por las maravillas que escondía en lo mas profundo de su ser, las flores mas bellas que el ser humano podría llegar a apreciar, los arboles de roble mas fuertes pero sobre todo llenos de historias, también rodeado del otro extremo se podría apreciar el mar abierto tan pacifico, bello, profundo y azul era una maravilla hermosa en contraste con las puestas de sol, y mas haya del bosque encantado por un camino de tierra boscoso llegabas al reino de Duskendale un lugar un poco mas frio, oscuro y oculto entre las sombras del bosque nórdico, eran dos extremos opuestos pero conectados a la vez, únicos en su espécimen ambos reinos estaban asociados pero sus pueblerinos como sus altezas no eran de fraternizar demasiado, solo se les encontraba juntos en ocasiones especiales, pero a pesar de todo ningún reino se imaginare que dos almas tan opuestas como sus reinos estaban destinadas a amarse por la eternidad.

ENTRE AMAPOLASDonde viven las historias. Descúbrelo ahora