Obsesión

Nadie Te Oye

Se encontraba bastante cansado, luego de un arduo día de trabajo y después de ir a cenar a la pizzería decidió acostarse en su sofá. Odiaba tener que cocinar, así que casi todo lo que consumía era comida rápida. Estaba a punto de cerrar los ojos cuando una llamada lo interrumpió. El número era desconocido pero aun así decidió averiguar de quien se trataba.

-¿Qué necesitas? - contesto secamente y algo molesto
-oh.. hola Glenn...

Al instante en el cual escuchó aquella voz su mirada y su rostro cambiaron. Su rostro dibujó una sonrisa y su voz sonaba entusiasmada.

-Hayden!!!? Eres tu Hayden!!??
-Si... Como estas Glenn?
-Cómo estás Hayden? Yo estoy bien, gracias
-También me encuentro bien, gracias
-Dónde estas? Estas muy ocupado?
-Estoy en mi casa, realmente no estoy muy ocupado - rió nerviosamente el chico
-Has regresado a tu antiguo departamento?
-Ahora vivo en otro sitio
-Iré a verte - dijo en un tono serio y decidido
-Ehh!!? Hablas en serio?
-Sí, iré a verte, no me importa lo lejos que te encuentres...

Después de una larga conversación entre ambos y una gran insistencia por parte de Glenn, Hayden cedió a darle su ubicación. Jamás imaginó lo que le prepararía el destino...

Al llegar a la casa de Hayden se encontró después de tantos años con aquel chico. Ahí estaba Hayden, en el marco de la puerta. Se veía un poco más delgado y su mirada cargaba aún más tristeza que cuando tenía 15 años. La dura vida que llevaba se reflejaba en su físico. Frágil y tierno, agarrado del marco de la puerta, como si quisiera esconderse, y a la vez con su tímida y melancólica sonrisa.

-Glenn!! Ha pasado mucho tiempo... -comentaba mientras esbozaba una tímida sonrisa
-Hayden... Eres tu! Hayden!! - decía mientras una sonrisa adornaba su rostro.

Glenn no aguantó la emoción y sujetó al chico de la cintura para poder unirse en un abrazo. Glenn también había cambiado un poco. Su estatura era aún mayor que hace años, se veía más adulto, y al parecer actuaba un poco más maduro y tranquilo.

Hayden se mostraba algo feliz e incómodo, aún así lo recordaba con cariño, a pesar de todos los problemas que tuvieron. Pasaron los minutos y ambos se pusieron a conversar. Glenn había llevado algo de comida así que mientras estaban en la mesa seguían hablando sobre sus vidas.
-Ahora vivo solo... Aunque, pronto me iré algo lejos...
-¿Por qué? ¿A dónde irás?
-Me iré algo lejos, por eso quería verte una última vez, para poder hacer las paces.
-Pero a dónde irás?
-Descuida, te lo diré después...-Hayden enmudeció y miró hacia el suelo.
-De acuerdo... Solo por curiosidad ¿Qué hay de Terry?
-Terry me abandonó, me dejó a mi suerte hace tiempo... Pero hago lo que puedo para salir adelante, aunque a veces lo extraño mucho- decía Hayden, aun mirando al suelo, con una leve sonrisa triste
-Terry es un idiota...Quisiera golpearlo...
Hayden mostró sorpresa y miedo ante tal respuesta mientras voltaba a ver el rostro de Glenn.

-Realmente un idiota, es un niño inmaduro. Deberías casarte conmigo.

Hayden se sonrojó ante tal comentario. Ahora solo podía verlo como un amigo del pasado, ya no quedaban rastros en él del amor que fue alguna vez.

-Yo podría cuidar de tí, incluso podría cargarte - dijo esto mientras tomó a Hayden entre sus brazos.

-Glenn!! Espera!! Podemos caernos!!- expresaba mientras era levantado por Glenn
-No... Eso no pasará, eres demasiado ligero. Mírate... Eres muy pequeño, mira tu mano y la mía, eres muy lindo Hayden...

Al decir esto dejó a Hayden en el sillón que se encontraba cerca. Hayden volvió a mostrarse algo incómodo. Volvieron a conversar mientras Glenn notó algo en el celular de Hayden.