Ahora no puedo alejarme. Me he enamorado de ella. Todavía recuerdo nuestro primer beso, la primera vez que dormimos juntos, la primera vez que la acaricie. Nunca había sentido nada como esto antes, no puedo estar sin ella. Si tengo que morir para pr...
- Yo... - contestó Hugo, se notaba que no sabía que decir
- Ha llamado a casa diciendo que se había olvidado su chaqueta y ha venido a recogerla – bien – y de paso le pedí un café, porque quería quedarme en casa haciéndote algo rico de comer – me miró y sonrió. Se lo había tragado.
- Exacto, ha sido eso, menos mal que estaba aquí la chaqueta, ya me había preocupado – se notaba aliviado.
Todos temían a Mike. Tenía muchos contactos con las mafias de estos barrios. Llevaba todo el cotarro y Hugo sabía que con un chasquido de dedos podría aparecer muerto. No quería que corriera peligro, no quería que acabara incluso peor que yo.
- Y ¿estabais hablando de algo? – otro interrogatorio, pero está vez no hablé yo
- De la carrera de mañana – dijo Hugo. Así que otra carrera ilegal... - ya sabes, el premio es bastante grande y le había preguntado a Jessica si iba a venir – no sabía si reírme porque nunca había ido a una. Mike me prohibía que fuera, me tenía atrapada literalmente.
- No – dijo seco – ella no viene a esas cosas, nunca – parecía enfadado solo con sacar el tema.
- Y ¿por qué? – oh oh, Hugo – quiero decir, no pasa nada, más espectáculo.
- No me gusta meterla en mis mierdas – esa no era exactamente la razón – solo es eso.
- Déjala que venga a una – espera, ¿estaba intentando que fuera a esa jodida carrera ilegal? Vale, tengo miedo – no creo que pase nada.
- Ya sabes que no estaré solo – claro cariño, estarías follándote a tu nueva chica, René
- Ya lo sé – dije – pero me gustaría ir – ¿acababa de decir que quería ir? – es decir, me gustaría ver que son esas carreras que tanto os gustan, si me dejas – Mike parecía pensativo. Yo sabía que me era infiel, pero a estas alturas no me importaba. Solo quería salir de allí. Me tenía prisionera, sabía que si me escapaba y les contaba a mis padres todo lo que él me había hecho, estaría en la cárcel bastantes años y no se podía escapar.
- Vale – dijo Mike – mientras no me molestes, puedes venir – dijo y esbocé una sonrisa – pero vas a tener que acompañarla tú, porque yo mañana he quedado todo el día – miró a Hugo y le guiñó el ojo. Que asco, iba a estar todo el día con René.
- Sí, claro, no te preocupes – dijo Hugo – ya sabes que para cualquier cosa aquí estoy.
- Lo sé tío, pues nada, mañana nos vemos – le dijo a modo de despedida y Hugo se fue.
Me quede sentada en el sofá pensando en todo lo que podía pasar mañana. Dios, iba a ir a una carrera ilegal. No sabía si debía tener miedo. Quería ir, pero no sabía por qué exactamente. Hablar con Hugo me había hecho bien. Ese momento tan cerca, había sido extraño. Intenté no pensar en ello, realmente no sabía que estaba pasándome. De repente me sonó el móvil.
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Estaba emocionada por ir mañana al cine. La verdad es que llevaba mucho tiempo sin ir. Mike no me dejaba salir mucho de casa, excepto para ir a la cafetería de James. Era el único sitio donde podía estar bien, sola, sin él.
