Capítulo 2

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Jessica

Conocía a ese chico o por lo menos de vista. Era amigo de Mike o algo así, cosas de su banda. Me miró y realmente me sonroje. Si me viera Mike me pegaría una paliza. Él odiaba que mirara o me miraran otros tíos.

Es extraño estar en esta situación. Hace un año mi vida era muy distinta a la que es ahora. Hace un año vivía con mis padres en uno de los mejores barrios y era feliz, sacaba buenas notas y me dedicaba completamente a los estudios. Un día, mi mejor amiga me comentó que había una fiesta y allí conocí a Mike. Era el alma de la fiesta y el típico chico malo. Estuvimos hablando toda la noche y después, quedábamos a diario. Me sentía atraída por él. A las pocas semanas empezamos a salir.

Cuando empecé a salir con Mike cambié. No era la misma de siempre y es que jamás me había enamorado, ni siquiera sabía si sentía amor o que me había encaprichado con la idea del amor. Mis padres odiaban a Mike. Odiaban como era y como me había cambiado. Odiaban que hubiera dejado todo lo que amaba por un tio, pero yo creía que él era todo para mí y le seguía allá donde fuera.

Decidí irme con Mike. Fuimos muy lejos, donde nadie pudiera encontrarnos. Yo ya tenía 18 años y dejé una nota a mis padres. Me arrepiento de cada palabra que escribí y del maldito día que decidí que Mike estaba por encima de todos y sobre todo, de mí.

Cuando se enroló en la banda y se hizo el jefe, comenzó mi calvario. Volvía borracho y me pegaba, al principio solo eran empujones, pero poco a poco fue más intenso. Me golpeaba por cualquier cosa. Empezó a hacerlo incluso cuando estaba ebrio y por situaciones ridículas. Me puso los cuernos tantas veces que no puedo ni contarlo con los dedos de mi cuerpo. Me di cuenta de que no lo amaba, simplemente quería estar enamorada pero ahora estaba atrapada, como en una cárcel.

Una vez le dije a Mike que quería irme y dejarlo. Que quería volver con mi familia. Esa fue la última vez que lo dije porque me pasé 4 días en la cama, adolorida por la paliza que me dio. Ya tengo 19 años y no he podido huir. Cualquier intento de buscar ayuda es nulo, él es poderoso y ahora estoy sola. Mi familia no sabe dónde estoy y mi desesperación no cesa. No puedo huir, no puedo hacer nada, me siento atrapada.

Estaba intentando concentrarme en mis libros. Era lo que me ayudaba a olvidar todo lo que me estaba pasando, cuando de repente mi móvil empezó a sonar. Mike. Mi cuerpo se tensó y empecé a sentir que mi respiración iba más rápida. Decidí cogerlo:

- Si, amor

- Ni amor ni pollas, deberías de estar aquí, has salido sin decírmelo

- Lo siento muchísimo, de verdad, ya voy

- ¿Dónde mierdas estabas? ¿Estás con otro?

- Solo estaba estudiando, en la cafetería, como siempre hago

- Ven ahora mismo a casa si no quieres que vaya yo y te traiga

- De acuerdo, ya voy para allá

Ahora si que tenía miedo. Sabía que iba a pasar cuando volviera a casa. Me despedí rápido de James. El amigo de Mike me dedicó una sonrisa, pero no pude devolvérsela. Esta situación me estaba matando.

Llegué a casa y las luces estaban apagadas. Mi cuerpo se tensó aún más y un escalofrío recorrió todo mi cuerpo. De repente, alguien me cogió del cuello. Era Mike. Me pegó y me caí al suelo. Sabía que ese día no volvería a salir, y ya no solo de la casa sino de la cama. Esto era un infierno.

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Puede que hoy haya doble capítulo, un beso <3

Dependiente de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora