Cielo

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Hoy el cielo estaba más estrellado que nunca. Hace mucho no veía un cielo así.
La última vez fue con vos. Estábamos en el lugar más recóndito de la Patagonia.

La noche era de esas de verano cordillerano, frías pero que te abrazan y te invitan a sentarte a mirar el lago más cercano en la costa de alguna playita.
Me acuerdo que nos quedamos en silencio mirando el cielo. Era tan estrellado que me sentí en una bola de nieve, esas de decoración, que agitas y caen copos blancos. Se veía tan inmenso, que sentí que podría caerse sobre nosotrxs en cualquier momento. Lo sentí infinito.

No volví a ver un cielo como ese desde aquella vez, hasta hoy. Tampoco volví a sentir lo que sentí con vos. Quizás nunca lo sienta, porque fuiste y serás tanto... una parte de mi que me acompañara siempre.

Soy de las que piensa que los corazones rotos se curan con el tiempo, y con muchos mimos, pero se curan. La buena compañía, la charla y la posibilidad de ver nuevos cielos estrellados nocturnos, ese es en motor que me asegura que saldré de esta.

Voy a extrañarte, voy a pensarte (aun lo hago mucho), voy a tenerte presente siempre. Aunque yo ya no sea la misma, aunque los cielos cambien y se vean más o menos estrellados, y los comparta con otras personas.

Porque creo que de eso se trata, de entender que serás siempre una parte de mi, que me recordara cómo crecí, cómo cambie y cómo podré seguir haciéndolo.

La vida va seguir, yo voy a seguir. Van a venir otros corazones rotos, otros viajes y momentos hermosos con personas mágicas para cúrarlos.

Vendrán otros cielos, siempre otros cielos de esperanza, que admiraré recordando todo lo lindo. Quizás recordándote. Quizás recordándome que yo puedo.

❤️‍🩹

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