I: Los Colores Del Ocaso

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"Un amor de verano también puede
ser el deseo de una estrella fugaz"

Primer día de vacaciones.

Mike abre las ventanas de su habitación con entusiasmo y sonrisas, lo cual es demasiado extraño, él nunca tiene entusiasmo.

Pero hoy, hoy su equipo favorito de fútbol juega en el partido final, y él tiene que verlos ganar una vez más.

Así que despierta un poco tarde en el día (o demasiado temprano para él) y se viste con rapidez llevando la misma camisa de su equipo y el mismo short flojo que usa como cinco veces a la semana.

Y lo que es diario, su madre lo regaña por llevar puesta la misma ropa de nuevo, hoy no es la excepción.

― ¿Cuántas veces te he dicho que tienes que bañarte, Michael? ― Ella repite con el mismo tono enojado de todos los días.

Mike toma una manzana y se deja caer en el sofá, encendiendo la televisión.

― Si me bañé, Karen. ― Él responde entre dientes.

― Deja de llamarme por mi nombre, no te eduqué de esta manera. ― Ella continúa. ― Esa ropa está sucia.

Mike gira los ojos. ― Tú me llamas por el mío, ahora deja de arruinar mi día. ¿Sabes que día es hoy?

Ella bufa. ― No, pero supongo que algo relacionado a tus estúpidos juegos.

― ¡Exacto! Gracias, mamá. Al menos sé que me prestas un poco de atención.

― ¿Y qué tiene de importante eso? Siempre es lo mismo. Solo siguen un balón por todo el estadio.

― No es lo mismo Karen. Hoy es el partido final. Y ellos van a ganar.

Ella hace una mueca de incomprensión y después solo niega caminando a la sala.

El timbre de la casa suena momentos después y Karen deja su revista en la mesa y se levanta a abrir con molestia.

― Mike, baja un poco el volumen de la televisión ¿quieres?

Mike la ignora por momentos pero la curiosidad de saber quién tocó el timbre lo invade, así que se levanta del sofá y observa detrás de la pared.

Su mamá entra por el pasillo. ― ¡Hey! ― Él grita, asustándola.

Karen se exalta un poco y Mike ríe escandalosamente.

Ella tiene un paquete en sus brazos y está leyendo la etiqueta cuidadosamente. Mike deja la manzana en la mesa a medio morder y se sienta en la silla inspeccionando el cartón.

― ¿Qué es eso, pediste algo? ― Pregunta alzando la mirada para verla.

Ella niega y sonríe. ― Es de tu primo.

Mike frunce el ceño. ― ¿Joel?

― No, Otis. ― Karen aclara, tomando la caja y poniéndola en un lugar seguro para que Mike no la tome.

Mike gira los ojos.

― ¿Y a qué viene Otis? ― Pregunta de nuevo, siguiéndola.

― Vacaciones de verano.

― Ugh, no. ― Mike tira la cabeza hacia atrás con fastidio.

Mike está jugando, él no se lleva tan mal con su primo, mucho menos con su madre, pero es una clase de reacción natural odiar las visitas.

Odiar cualquier cosa en general que invada su espacio personal.

― Y es mejor que te comportes de manera educada, porque vendrá una segunda visita con él.

Summer Love [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora