Párteme la cara.

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Sin rodeos, volví a la bulimia, mi ansiedad me consume y los pensamientos no paran en mi cabeza. Todo esto en poco menos de tres meses.

Ir a terapia me ayudó bastante, me ha dado las herramientas para poder mejorar día a día y trabajar en mí. No obstante, aunque tenga todas las herramientas hay un momento en el que sola no puedo. Necesito ayuda, ayuda de los demás. Sé bien porque regresó, terminar mi última relación de noviazgo o más bien mi última relación fue la que desató todo.

El feminismo, la antropología, la vida diaria me han ayudado a deconstruir mi forma de ver y vivir la vida. Un ejemplo es mi idea de amor. Mi idea de amor siempre fue el amor romántico, el cual se ha trasformado para bien, aun así, he coincidido con hombres que no han trabajado en ellos y siguen con sus ideas misóginas, machistas y tóxicas del amor. Mi ideal del amor no sabría describirlo con palabras, pero si tuviera que hacerlo sería confianza, responsabilidad y libertad. Busco un compañero de vida, alguien que sea mi mejor amigo y mi pareja, alguien con quien pueda ser yo misma sin miedo a ser juzgada y criticada, alguien que me ayude a ser mejor cada día. No busco una pareja que se convierta en mi lugar seguro porque no busco depender de esa persona. Igual no tiene sentido lo anterior pero yo me entiendo, creo.

Mi patrón sobre las parejas era el mismo, conocer a la persona en muy poco tiempo y ser novios, algo en mí pensaba que ya los conocía de toda la vida y no me daba el tiempo necesario para conocerlos, como eran felices, tristes, enojados, estresados, etc., y por los mismo ninguna de mis relaciones ha durado más de cinco meses. Hasta ahora, a mis 24 años he tenido tres relaciones, mi primera relación comenzó a los 19 años y la última a mis 23 años. Todas han sido relaciones fallidas pero llenas de nuevos aprendizajes. Mi primera relación me enseñó a que si no es reciproco, aunque sea mutuo, ahí no es. La segunda me enseñó a que si es mejor ser amigos que novios en muchos sentidos. La tercera me enseñó a que la falta de autoestima y confianza en uno mismo daña a la pareja, a que privar de la libertad de otro y a empezar a pedirle qué, con quién y cómo de su vida diaria enferma.

En mis tres relaciones mi ansiedad y mi TCA estaban presentes, en la primera relación con C supe manejarla porque él me ayudó mucho. Con A estuve en paz y estable pero con F no supe ni cómo manejar la situación y todo se salió de mis manos.

A C lo conocí en la universidad, sus mejores amigos me hablaban de él como si fuera el hombre de mi vida. Al conocerlo no pensé que fuera el hombre mi vida pero si quería compartir mi vida con él. Conocernos fue increíble, él fue mi primera relación, la vida estaba llena de colores y emociones positivas, la luna de miel duró poco más de tres meses, al accidentarme en su casa todo cambió, los mensajes, la atención, el cariño, todo se esfumó. Al ser mi primera relación me sentía destrozada, no sabía bien qué había hecho mal. Después de dos meses de estar casi inmovilizada en mi casa, lo volví a ver en una fiesta, una fiesta días antes de mi cumpleaños. Él, borracho, estaba en una posición un tanto extraña, yo al ser su pareja me preocupe demasiado, no sé si en realidad yo me lo busqué o él sólo no supo cuando hacerlo, pero me pidió que habláramos y con lágrimas en los ojos terminó conmigo. Mi corazón no se rompió ese día, sino hasta que volvimos a la universidad y él empezó a ignorarme. Así pasó mes y medio y después de rogarle por días que me diera la razón exacta del porqué me trató así fue cuando lo dejé ir, aun así pasaron meses y mis amigas aún me preguntaban por él.

No recomiendo tener una relación con alguien del mismo círculo de amigos.

Nunca ruegues.

Hasta la fecha yo ya estoy harta de que me pregunten por él, no me interesa saber nada de él, y no lo digo porque terminó conmigo, sino por la razón por la que él me pidió estar con él. Fue en un viaje en dónde me enteré de todo. Donde mi corazón volvió a romperse. Estando con mis mejores amigas de la universidad en una noche de copas, ellas tocaron el tema. Sin importar que yo estuviera ahí presente, tocaron el tema. Ellas me dijeron que él me quiso y que la única razón por la que él decidió estar conmigo fue porque el día que fuimos a una fiesta en la que ambos nos besamos y todos en la fiesta nos vieron, consideró que por lo mismo que todos nos vieron tenía que comprometerse conmigo, ¿por qué pensó eso? Sin problema en una fiesta puedes besar o acostarte con alguien y no por eso tienen que ser novios, son situaciones pasajeras y ya. También dijeron que me uso para poder olvidar a su ex y cosas así. Me dolió muchísimo escuchar todo eso pero por haber sido criada por padres estrictos pude actuar como si nada hubiese pasado y como si nada me hubiese afectado. Después de saber eso decidí eliminarlo de mi vida, sólo decidí quedarme con lo que él me ayudó con mi TCA y con uno que otro momento placentero que vivimos juntos. De ahí cada que alguna de mis amigas lo trae a la plática sólo me hago tonta porque no me importa saber nada más de él.

A A lo conocí por J. Son hermanos. Lo conocí el día que me accidente. Conocerlo fue asombroso, hicimos un match increíble, instantáneo y precioso. Él fue quien estuvo al tanto después de mi accidente y quien me ayudó aún más con mi TCA y mi ansiedad porque él también padecía de lo mismo. Nuestra amistad ha sido de mis amistades más bonitas y valiosas y aunque actualmente hemos perdido un poco la comunicación aún lo quiero. Después de casi un año de amistad, en una fiesta nos besamos y supimos que algo había cambiado. Yo no sabía que le gustaba. Un mes después de esa fiesta hablamos y nos confesamos nuestros sentires por el otro. Decidimos ser pareja pero fue una decisión errónea. La última vez que lo vi salimos de fin de semana, rentamos un airbnb y al tener relaciones lo lastimé. Eso lo supe después de una semana que me ignoró y terminó conmigo en un audio. Ahí mi corazón no se rompió pero si se decepciono. Yo no sabía nada que lo me decía en el audio de casi ocho minutos. Al final sólo quedamos como amigos y de vez en cuando solemos enviarnos mensajes para saber si estamos bien.

Lo extraño mucho.

Y, a F lo conocí entrenando. Entreno pesas. Yo lo conocía porque desde el momento en el que lo vi me llamó la atención. A diferencia de J y A, F era mucho más alto que yo. Yo mido 1.73 centímetros, él mide 1.86 centímetros. Cada que lo veía me emocionaba un tanto y él día que me habló volví a sentir, ¿sentir qué? No sé. A partir de que me habló empezamos a salir a tomar café, a hablar y hablar. Él dos años más chico que yo me hizo pensar que la edad no influía mucho porque lo que realmente influye son los acontecimientos que vivíamos, poco después de tres meses me pidió ser su novia y acepté. Todo era de colores hasta que empecé a trabajar, un día un chico me regaló un chocolate y yo basada en que nuestra relación estaba llena de confianza y comunicación le conté, a los diez minutos de contarle él llegó a mi trabajo y me empezó a gritar, me gritaba qué era una zorra, que el chavo me coqueteaba y que no me daba cuenta, que porqué había aceptado el chocolate. Ese día llore a mares. Desde ese día, finales de noviembre de 2021, el caos volvió. Ya no me sentía cómoda ni conmigo misma. El me empezó a decir cómo vestirme, con quien sí y con quien no podía hablar y relacionar, quería controlar mi vida. Desde niña siempre he sido muy independiente y liberaría ya que el contexto en el que crecí y me desarrollé me hizo así. Y, el hecho de que alguien me dijera que hacer hasta me daba risa. Risa que duró muy poco. Por mi mismo empecé a sentirme frustrada, estresada, ansiosa, mi única manera de liberarme era vomitando y por esa razón mi TCA volvió. Bajé mucho de peso, mi color de piel se veía pálido, me veía enferma y sin vida. Por primera vez terminé y no me terminaron. Lo hice por mí, necesitaba hacerlo. Me necesitaba.

Esta última relación fue la que hizo que todos mis padecimientos volvieran, día y noche trato de estar y aparentar que estoy bien, pero desafortunadamente mi E interior lo reluce y todos, mis cercanos, saben que estoy mal.

E, vuelve.

Mis atardeceresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora