Destinado a ser

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Cuando llegó a casa, Sheila lo abrazó con cuidado. Le hablo acerca de que a veces la muerte puede llegar cuando menos lo esperas pero que su amigo ahora estaba en un mejor lugar.

Pero Kyle a pesar de tener un nudo en el estómago, se sentía desconcertado ¿Qué paso hace unos minutos? ¿Por qué escucho la voz de Cartman? Se repetía una y otra vez aquella voz burlona, hasta que algo lo saco de sus pensamientos.

- Por Dios, al menos llora un poquito por mi Kahl- ahí iba de nuevo esa voz, un poco áspera pero dulce, rogando por atención.

- Mamá ¿En serio no escuchas algo?- preguntó aquel chico quitándose su ushanka para saber si las orejeras de su gorro tenían algo que ver.

- Has de estar agotado bubi, sería mejor si vas a descansar a tu cuarto un rato- Sheila revoloteo un poco el cabello de su preciado hijo y lo aventuró hacía su habitación.

Al subir las escaleras pudo escuchar levemente como algo crujía en su habitación, se puso alerta y los pasos hacia su lugar seguro se volvieron cautelosos, llenos de incertidumbre, dudó un poco en abrir la puerta. Cuando se posó en frente de ella, con cuidado tomó el pomo y lo giró.

- ¡Buh!- la tenue luz que entraba por su ventana le permitía ver una silueta ancha, imponente y como si de alguna forma pudiera percibirlo, se estaba riendo de él.

- ¡Qué carajo! Ahhh ¿Cartman?- su corazón iba a mil por hora, sentía que saldría en cualquier momento de su pecho para jamás regresar, al mismo tiempo, no podía creer lo que veía- ohh, no, no, no, esto debe ser una broma.

- Ahora vengo por tu alma judía ¡Buuuuh!- exclamó Cartman mientras se levantaba de la desordenada cama y flotaba hacía Kyle- ¿Sorprendido? Créeme que yo también lo estoy y que problema que un sucio como tú sea el único que pueda verme- analizó con fingido disgusto a su amigo de la cabeza a los pies haciendo una negación con su rostro.

- ¡SABIA QUE ESTO ERA COSA TUYA! Ahora sal de aquí y dile a los demás que lo sientes por haber fingido tu muerte, cabrón- explotó, parecía que salía humo de su cabeza, la preocupación de sus ojos se esfumó y se convirtió en ira, se apresuro a saltar hacia aquel gordo cuerpo, pero, cuando se abalanzó hacia él solo pudo recibir un escalofrío que recorría todo su cuerpo, dio vuelta hacia la puerta de su cuarto y vio de nuevo a Cartman, con un semblante sarcástico y una sonrisa a medias.

- ¿Ya captaste la situación?- se cruzó de brazos- Es en serio que estoy muerto y necesito que me ayudes a ir al cielo- sintió un deja vú y suspiró- Eres el único que puede verme y tal vez Kinny, pero aún no lo compruebo. Si me ayudas, dejaré tu oro de judío en paz.

El chico de ushanka verde se sentó en la cama viendo al vacío, tratando de procesar toda la información que acababa de ocurrir, pero no fue tan difícil como lo imaginó ya que pasaban este tipo de cosas en South park, finalmente habló.

- Bien culón, te ayudaré, pero si llegas a joderme, te prometo que te levanto una medium demanda.

Cartman alzó los brazos para dar a entender que no ocultaba nada y sonrió.

- ohhh Kyle, no sabes cuánto me alegra que alguien me vea, estuve molestando a Butters en mi entierro pero no funcionaba. Pero no hay tiempo para eso, me gustaría que hablaras con mi mamá, debe estar jodidamente triste.

Kyle miró a Cartman por unos instantes y pudo percibir por unos segundos cierto semblante triste.

- ¿Qué tanto miras? ¿Te hipnotizó tanta belleza?- rió- vamos, levanta ese culo flaco de la cama, tenemos que irnos.

- ¡Qué no me llames así culo gordo!

Ciertamente las palabras de Cartman pusieron un poco nervioso al chico.

Un tiempo Juntos (Kyman) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora