—Sigues durmiendo.
—No, no —da un respingo cuando escucha su voz—. Estaba descansando los ojos porque hoy tengo que ver a los ángeles rebelados, Zamay.
—Tsk, cuando tú dices mi nombre se escucha como si fuera sinónimo de escoria y traición —bufa la chica de cabello medio verdoso—. Tenías que reunirte con los ángeles rebelados hace media hora, ¿qué demonios se supone que haces aquí?
—Alguien en su sano juicio no se va a despertar a las tres de la madrugada para una reunión con ellos que probablemente dure cinco minutos porque tienen una agenda muy ocupada.
—Tú lo has dicho, no van a ser una excepción por el demonio que es el reemplazo del verdadero líder —la chica se acerca con mucha tenacidad hacia el chico de piel canela—. ¿Cómo crees que ellos te harán una excepción en su ocupada agenda si ni siquiera tú demuestras ser un buen líder de reemplazo? —se muerde el lado izquierdo de su labio para hacer una pequeña pausa—. Con esto solo me das más oportunidades que pida su regreso y que yo sea la persona a cargo de todos los deberes como líder que tienes que hacer y el centenar de deberes que te faltan terminar.
—Ay —se da la vuelta para no verle la cara a la chica—, déjame dormir, ¿quieres? Y yo nunca pedí ser el líder del inframundo. Lo que me diferencia de ustedes dos, es que yo no soy una persona codiciosa y mucho menos benévola. Nadie me preguntó si quería esto. Ya ahora si vete, quiero recuperar las horas perdidas por tu culpa de mi sueño.
—¡El informe del día de ayer! Rápido que no tengo todo el día.
Se acerca ágilmente uno de los subordinados.
A leguas se nota que estuvo entrenando toda la madrugada, su espada en la cadera, su arco en su espalda, su cara totalmente sucia, sus manos maltratadas y con algunos rastros de sangre, su cuerpo luce cansado. Ni que decir de su voz, apenas tiene. Los entrenamientos en ese lugar nunca tienen un descanso prolongado.
Para algunos que les guste como hobby podría ser algo muy tentador y más si tiene una buena paga por algo que haces bien, te gusta y obtienes cierto poder.
—Silencio.
Ordena con mucho cansancio, estirando sus brazos y piernas.
—Que me traigan a otro informante. Tus piernas están temblando y tu voz casi no la llego a escuchar.
Con mucha rapidez entra otro de sus subordinados. Este luce mucho mejor que el otro, espalda derecha, ojos bien abiertos, voz clara y alta, un aspecto limpio y no trae ese olor a sudor encima de él.
Ella ya está pensando que debe seguir entrenando como antes.
Sus entrenamientos matutinos tuvieron un fin hace tres meses, por el hecho que el señor jefe de estado volvió de su viaje.
—...también se están viendo afectadas las personas que viven en la zona limítrofe de Qèkier con el territorio vecino, dicen "Los endemoniados ángeles que siguen a Dios no nos dejan vivir en paz. Todos los días escuchamos sus gritos desesperados que provienen de los límites de su territorio." Y, para terminar —el subordinado inhala todo el aire que puede para decir esa noticia—, su pareja política ha arreglado un encuentro entre usted para discutir acerca de su relación, el día del eclipse lunar, remodelaciones y mejoras en el castillo de aventureros...
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Aamon: De Demonio a Humano
РізнеEl peor castigo que te pueden dar por romper una regla de mucha importancia es que te conviertan en un humano físicamente atractivo. Nuestro ex demonio se pasea por las calles de la gran ciudad de Qèkier en busca de ofrendas para su padre para que l...