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Te quedaste en casa a cuidar a tus dos pequeños y Tae nuestra única hija habían ido de compras. Ella era muy unida a su padre.
—ey, Min-Ho, deja eso niño travieso
—no! —comenzó a reír corriendo por la casa con el esmalte de su madre
En El Super
Narro yo
Mientras tanto Eun-Ji se debatía entre si misma si contarle a su padre o no lo que estaba pasando, finalmente se decidió ir.
Mientras tanto Tae seguía buscando un snack que a ti te encantaba, que les dijiste que te llevaran.
Eun-Ji llegó con su padre y le dijo
—Papá —preocupada
—¿Qué pasa cariño? —le llamó por su apodo
ella solamente se volteó dejando ver una gran mancha de color rojizo en su pantalón de mezclilla.
—oh —se quitó rápidamente su chaqueta y así como una vez lo hizo contigo se la puso en la cintura cubriendo la parte de atrás— tranquila, no pasa nada, es algo normal. Vamos a comprar lo que necesitas —la cargó y le dio un abrazo—¿está bien?
—¡es me da pena! —exclamó asustada
—ey, ey, tranquila, no grites ¿quieres venir con mamá a comprar las cosas —preguntó algo apenado
—comprémoslas nosotros ya que estamos aquí —dijo escondida en el hombro de su padre
—Bien, vamos entonces —dijo para luego tomar su mano y adentrarse en el pasillo de cosas femeninas
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