𝙑𝙞𝙡𝙡𝙖𝙜𝙚 𝙏𝙧𝙚𝙖𝙨𝙪𝙧𝙚 1 ❝𝚁𝚎𝚋𝚘𝚛𝚗𝙿𝚕𝚊𝚢❞

☄️|| [Short #5: Focus]

El tiempo en esas nuevas tierras los hizo convivir forzosamente, pese a que algunos no se habían ni dirigido la palabra en el pueblo de Tortillaland, poco a poco congeniaban entre si.

Miro desde lejos como algunos hacían grupos para ir de expedición o para recolectar materiales, bajo un poco la mirada, apretó los labios con fuerza.
Por más que quería acercarse, los nervios se lo impedían, no sabía cómo lo tratarían o si lo juzgarian.

Admitía que tenía miedo, era un sentimiento desagradable que a nadie la gustaba experimentar.
Hacia que le costará respirar y calmarse, todo eso solo ante la idea de tener que empezar a relacionarse forzosamente con esa gente.

A simple vista se veía que eran personas extrovertidas, completamente diferentes a el ¿Como encajaría con ellos?
Además su apariencia no le daba esa seguridad, era un Omega pero físicamente no cumplía con los estereotipos de uno.

Suspiro cansado de estarse comiendo la cabeza con los mismo pensamientos negativos, vio su "casa", le daba algo de inquietud entrar y volverse a encontrar con la oscuridad de la cueva en dónde había monstruos.
Por más que había intentado despejar la zona, era imposible combatir con tantos zombies y esqueletos, siempre terminaba muriendo.

No sé atrevía a pedir ayuda, prefería ahorrarse el rechazo.

Caminó por la zona en un intento de ver algo interesante, solo miraba de lejos como sus compañeros se divertían o hablan entre si, solo miraba en silencio sin acercarse.

Después de todo cumplía el rol de un cuervo ¿No? Nadie quería un animal que presagiaba el mal cerca.

Sus pasos se detuvieron enfrente de una isla, miro sorprendido e intrigado la estructura que había esta. De todas la casas que había visto está era la más decente y casi terminada.
Guiado por su curiosidad, camino sigiloso para verla más de cerca, estuvo unos segundos mirándola a detallé hasta que una voz hizo que su piel de crispara.

— ¿Hola?

Aquello lo dejo mudo, se había dado cuenta de su precencia, eso lo asustó, la mayoría de personas lo ignoraban.

— Eh... Buenas tardes —. Hablo en un tono algo bajo.

— ¡Hola! ¿Ya viste mi casa? — hablo alegre saliendo.

Ahí se encontraron frente a frente, espero alguno clase de expresión de decepción en el Omega castaño por verlo ahí y no a uno de sus cercanos amigos, pero al contrario, su sonrisa permaneció esperando su respuesta.

— Está bastante bien, la verdad —. Musito inseguro.

— Te ofrecería pasar a verla desde dentro pero, no hay prácticamente nada —. Hizo una mueca señalando el interior de su hogar.

— No, no te preocupes hombre, puedo notar que llevas bastantes días con esto —. Inspeccionó otra vez el exterior de la estructura, viendo la altura de esta.

— Claro, esfuerzo duro —. Apretó los puños —. ¿Y tú dónde estás viviendo, Focus?

El cuervo se sorprendió, no pensó que se acordará de su nombre.

— Eh... Vivo en una cueva —. Murmuró avergonzado.

— Hombre, la humildad la llevas en la sangre eh, eres mi idolo —.

Al oír aquello el Omega de cabellos oscuros no pudo evitar soltar una leve risa, Auron al oírlo sonrió. Un sentimiento de calidez se posó en su pecho al ver esa expresión en más alto, podía notar en su aroma una tristeza que lo hacía sentir mal.

— ¿En la cueva no haz tenido problemas con los monstruos? — preguntó entrando a su casa y dejar algunos materiales, seguido del cuervo.

— Si está infestado, de momento no he podido hacer nada —. Rasco su nuca soltando un suspiro pesado.

— ¿A si? Pues, tú me ayudas y yo te ayudo —.

— ¿Uh? — Lo miro confundido, pero el Omega castaño regreso con un bebé en brazos —.

— Te presento a Axozer, necesito que me ayudes a cuidarlo mientras mino —. Hizo un ademán de entregárselo pero Focus retrocedió un poco.

— No creo que sea lo mejor —.

— Venga, yo sé que se llevarán bien —. Sonrió tratando de tranquilizar al Omega.

En eso un aroma dulce a vainilla llegó a sus fosas nasales, tranquilizando sus músculos y dispersando sus pensamientos negativos.
Al verlo más calmado, Auron acomodó al pequeño niño en los brazos del otro.

— Después te ayudaré yo con lo de la cueva ¿Vale? —.

Como si fuera un niño pequeño, sacudió el cabello negro de Focus, alborotandolo y haciendo que su sombrero se hiciera hacia atrás.
Un leve sonrojo se adornó sus mejillas, mientras miraba a Axo que estaba cómodamente dormido.

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