《Pelea I》

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Otro día de clases en la recta final cuando todo empezaba a ser más difícil de cumplir, como levantarse temprano y asistir a clases, sin duda esa era la peor de todas cuando empezaba o terminaba un ciclo escolar.

Con Taehyung habíamos dormido tarde la noche anterior por terminar un nivel en el bendito video juego, luego de que dieran las dos de la madrugada con quince y pasamos a la fase final del juego, apagamos todo y nos dormimos, había sido una pijamada pero terminó mal organizada a sabiendas que la hicimos domingo y lunes habían clases.

—Todo esto no hubiera pasado si no fuera por ese video juego. —reclame mientras corría a la parada de autobús cercana a la casa de Tae

Le había prometido a mamá que no íbamos a trasnochar, vaya promesa, ahora tenía unas ojeras bajo mis ojos y el cabello revuelto, ya era tarde, bastante.

—¡Tu aceptaste! —

—¡Tu no me detuviste! —

—Lo hecho, hecho esta y mejor mueve esas suculentas piernas. —bufé antes de reír, sus halagos eran extraños a veces

Entre falta de aire subimos al autobús y pagamos, sentí la gloria mientras intentaba respirar en el asiento vacío que conseguí cuando un señor se bajo en la siguiente parada, Tae me miró de mala manera parándose a la par mía esperando a que otro asiento se desocupara.

Ni tiempo de conectar mis auriculares pude ni avisarle a mamá que ya estábamos camino al instituto cuando salimos como pudimos, —¿Cómo fue que logramos cambiarnos sin tropezar?

Escuche a Tae preguntar y lo vi, su camisa estaba toda arrugada mientras la corbata parecía un nudo todo imperfecto, ¿Yo estaría más decente?, me revise y vaya que solo tenia un botón en donde no iba de los de arriba, la corbata iba en mi mochila, mi cinturón y cremallera arriba, si iba en buenas condiciones de no ser por mi rostro demacrado y cabello como si le hubiera pasado fijador y secadora juntos mientras ocurría un tornado al mismo tiempo.

—Vamos decentes. —Sonreí divertido de nuestra situación

—Debes ayudarme y yo haré lo mismo. —señaló con sus ojos su apariencia, asentí tratando de no reír

Estaba siendo una mañana muy divertida, esperaba no se repitiera en un futuro muy cercano.

Sería nuestra perdición si seguimos así, la próxima pijamada será viernes. Si, viernes.

Anunciaron nuestra parada, me levanté cuando el autobús paro frente a ella, bajamos y corrimos nuevamente, esta vez si debía entrar, ya con una falta en mi expediente era lo peor que podía tener.

—¡Buenos días! —dijimos al unísono pasando frente a un profesor segundos antes que comenzarán a cerrar la entrada

—A los baños, tenemos unos minutos antes que llegue la profesora de literatura. —señale los baños en primer piso

—Que atractivo suena el baño. —escuché atrás mío la voz divertida de Tae que de seguro estaba levantando las cejas

—Espera a entrar, se pondrá más atractivo. —guiñe volteando el rostro para verlo abriendo la puerta del baño

Al parecer no había ningún estudiante en los cubículos, entre al primero y jale a Tae de su corbata -más nudo- hacia dentro cerrando la puerta, comencé a aflojarla e intentar descifrar como se la logro poner.

—¿Cómo es que logras ponerla? —gruñí

—Solo hago esto y aquello y entra, queda apretado pero peor es nada. —sus manos ordenaban mis botones de la camisa del uniforme mientras yo su corbata

𝙿𝚊𝚛𝚊: 𝚖𝚒 𝚊𝚖𝚘𝚛 𝚗𝚘 𝚌𝚘𝚛𝚛𝚎𝚜𝚙𝚘𝚗𝚍𝚒𝚍𝚘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora