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Unos meses atrás...

Era lo más hablado en aquel pequeño pueblo de encanto, incluso entre los hombres era un tema a tratar, el anuncio no fue puesto en un cartel pero había Sido una solicitud de la Señora Madrigal, no podía ser ignorado aquel hecho.

Las mujeres se juntaban en algunas casas para hablarlo al respecto, y los hombres en el bar del lugar, pero era el mismo tema, ¿Quien se casaría con el vidente, el lector del tiempo, Bruno Madrigal? En una pequeña reunión de algunas amigas, otras solo por conocer las noticias, vieron a las madres de las mujeres que podían ser cándidas  que se reunieron.

-Bien... Creo que... Es conveniente tomar una decisión el día de hoy...- Hablo una. -No podemos negarnos a la petición que hizo la Señora Alma, ella ha cuidado el pueblo durante tanto tiempo.-

-Si pero... Dar una de nuestras hijas en matrimonio...- Las mujeres estaban dudosas.

Mientras tanto, en aquel bar los hombres tomaban bastantes serios, sabiendo que su opinión sería Dada en la pequeña reunión que sus esposas tendrían.

-Con sinceridad, yo le dije a mi esposa que no... Mi hija es muy joven... No puede ser ella.-

-Ciertamente... La mayoría son niñas, tendrían que lidiar con alguien muy grande para ellas.- Dijo otro tomando de su bebida.

-Son mencionar que es Bruno...- Dijo otro. -Sabiendo que es alguien aterrador...-

-Pobre de la chica que escojan para esto.- Concluyeron los hombres.

-Entonces... Será mi hija.- se escuchó de un hombre que miraba su vaso como si nada, sonriendo ante lo que iba a pasar, su hija... Formaría parte de la familia más importante de ese pueblo, todos voltearon a ver al hombre que sonrió más que complacido.

-No tienen nada de que preocuparse señoras... Ya hablé con la Señora Alma.- Se escuchó de una mujer que se levantó para retirarse del lugar. -Mi hija se casará con su único hijo, Bruno Madrigal.- La señora de cabellera negra aunque algo apagada, salió con una sonrisa más que satisfactoria.

Una señorita miraba la noche que no podía ser más tranquila o más tensa, a pesar de que había tanta paz, no era por una armonía, era por una decisión que se iba a tomar, la chica ya conocía la respuesta, solo esperaba que realmente fuera anunciado, escucho la puerta de su casa abrirse y cerrarse, mientras suspiraba pesadamente, bajo para darle la bienvenida a su madre.

-Madre...- Dijo la chica a penas la vio.

-Esta decidido, hija mía... Serás la próxima Señora Madrigal...- La chica bajo la cabeza mientras su madre tenía una sonrisa llena de satisfacción, no hubo nadie que se pusiera en contra, todo iría de acuerdo al plan.

Aquel día...

Aquella señorita de piel caramelo vio a sus padres muy acelerados, todo tenía que quedar perfecto, ya que los jefes del pueblo irían a cenar esa noche, ella se encontraba en la cocina ayudando a su madre, que no dejaba de hablar de que era una oportunidad única, y es que... Todo se trataba del compromiso con el único heredero varon Madrigal, Bruno.

Si ella pudiera describir su situación, sería delatar que su madre quiere tener cierta influencia en el pueblo, había escuchado entre los más grandes, que la Señora Alma buscaba hacer que su hijo centrará cabeza y formará una familia, lo cual alertó a muchas del pueblo, ya que... La imagen del Madrigal seguía siendo mala, pese a saber que está de nuevo en el pueblo.

Todas se apresuraron a poner una excusa para que no las consideraran candidatas, excepto su madre que antes de que ella pudiera negarse, se acercó a la jefa Madrigal para acordar el compromiso, las palabras de su madre aún retumbaban en sus oídos.

La dama del tiempo (TN x Bruno Madrigal)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora