2.

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Llevaba ya dos semanas intentando despertar de este sueño, había sido todo un golpe encontrarme a Baji en la escalera, él no había entendido porque estaba llorando a lagrima viva con un envase de yakisoba al lado o porque solo pude decirle lo siento y abrazarle durante cinco minutos hasta que me preguntó si ese yakisoba era para comerlo entre los dos. Estoy seguro que todo eso le pareció extraño, pero no había vuelto a sacar el tema ni se había reído de mi. Tampoco negaré que era una situación extraña para mi pasar tiempo con Baji y Kazutora riendo o ver a Kazutora con el uniforme de la toman y a Takemichi como miembro de la segunda división y no como líder de la primera. Me había costado tiempo asimilar que los conflictos con Valhala y los Black Dragons en mi sueño habían pasado de manera diferente y vivía cada momento como si fuese en el último porque no sabía cuando podría despertar. Así que ahí estaba, viendo como Baji y Kazutora quemaban un coche a las once de la mañana a pesar de que ambos habían tenido problemas con la justicia y podrían volver al correccional en cualquier momento. ¿Pero era un sueño, no? Aquí seguramente no habría correccional, porque había leído que no puedes soñar cosas que no hayas visto.

- Chifuyu estas un poco decaído. ¿Por qué no pruebas a incendiar uno tu? – La sonrisa de Baji iluminó su rostro. – Te sentirás mejor, ya lo verás.

- No, tranquilos, estoy bien observando, es solo que me gustaría que este momento durara para siempre.

- Yo también. – sonrió Kazutora. – Pero se me está haciendo tarde y debo volver a clase tengo un examen en veinte minutos.

- No vas a llegar. – le animó Baji.

- Si salgo ya si. Vosotros deberíais hacer lo mismo, Chifuyu se puede permitir faltar un día pero tú eres un zoquete, deberías estudiar más.

- Que si, Tora, que si, ahora iremos a clase, tu vete a tu estúpido examen.

Kazutora bufó mientras se acercaba a mi para coger la cartera que estaba apoyada a mi lado.

- Deberías frenarle los pies de vez en cuando, ya sabes como es. – me susurro mientras sonreía.

- Si, ahora le pongo la correa y me lo llevo a clase. – bromeé. – ¿Vendréis tu y Takemichi esta tarde a estudiar a mi casa ?

- No, tengo terapia. – Al parecer Kazutora le prometió a Baji y a su madre que iría a terapia y gracias a sus antecedentes le habían conseguido un psicólogo que le daba cita una vez a la semana si no faltaba y de momento no había faltado ni un solo día. – Además creo que Takemichi tiene una cita, pero bueno, así os concentráis más. Nos vemos mañana.

Despedí a Kazutora con la mano mientras observaba a Baji acercarse dejando los vestigios de su desorden tras él. Cogió su cartera y me sonrió.

- Bueno que, ¿nos vamos?

Antes de entrar a clase pasamos un momento por el baño para que Baji se engominara la coleta y se pusiera sus gafas. Su uniforme estaba lleno de hollín pero no parecía importarle, aunque no podía hablar el mío también lo estaba.

- ¿Qué vas a decir si te preguntan porque estas tan sucio?

- Que me he caído por una alcantarilla intentando rescatar a un gato atrapado. – sonrió de esa manera que tanto me gustaba- ¿Y tú?

- Que me he caído por una alcantarilla intentando rescatarte mientras te quedabas atrapado por rescatar a un gato atrapado.

- Nadie se va a creer esa excusa. – rio

- No es que la tuya sea mucho mejor. Al menos la mía se sustenta por si sola.

- Para que la tuya se sustente primero se tienen que creer la mía.

Like sand [BajiFuyu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora