《¿Qué es el Amor?》 [King Dice x Lectora]

~¿Puerta al cielo o al infierno?~

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Lo hiciste, realmente tengo que felicitarte, maldito bastardo.

Mis ojos llorosos y unas enormes ganas de romper en llanto al escucharlo burlarse de mi, por ser una ingenua.

Levanté la mirada viendo a esos dos idiota riéndose de mi. Pero, aún no he perdido, todavía no me doy por vencida, me quedan dos intentos, mi alma permanece conmigo, por ahora.

Te pones de pie todavía temblando, tomas asiento dejando ir la tensión mediante un largo suspiro e insertas otra tarjeta.

Me quedan diez millones, mi último intento...

Por favor... puertas, ábranse ya.

"Eso es, usa tus últimas fuerzas en mi Lodazal, no te queda mucho más."

Comentó Devil en tono de burla.

Allá va mi penúltima tarjeta, por favor, padre, madre... denme fuerzas.

[POV Cuphead]

-Y... ¿cómo sabemos que nos estás llevando con el dado y no a una trampa? Pregunta Cuphead.

*Por favor niño ¿quieres hacer silencio? llevas todo el camino preguntando lo mismo, ya se los dije, conozco a Dice mucho más que esa chiquilla que desde que llegó al Casino solo se metió en problemas*

-¡YA lo sé! Es solo que llevamos varios minutos caminando por toda la isla y aún no nos dices si ya hemos llegado o no.

Tranquilizate Cuphead, es más, tenemos suerte de que la señorita nos esté guiando amablemente.  Habló Mugs.

Nos detuvimos frente a... una cantina, incluso puedo atreverme a decir que me resulta bastante familiar... Mhmm...

*Y... llegamos.*

¿El bar de Cerdonio? Dijo Mugman confundido.

-¡Ahh! ¡Cerdonio! Con razón se me hizo muy conocido este lugar... huh.. ¿y qué hacemos aquí? Preguntó Cuphead.

*Ash- Aquí viene Dice de vez en cuando para comprar refacciones industriales, al igual que distraerse un rato*

Ambos hermanos se vieron las caras antes de siquiera dar un paso adelante.

*¿Y bien? ¿no van a entrar?*

Los hermanos tragaron saliva mientras Mugman giraba lentamente el picaporte de la puerta tal cual a una escena de suspenso, por otro lado, Pirouletta se hallaba de brazos cruzados golpeando el suelo con su pie esperando que se den prisa, con falta de paciencia les dió un leve empujón para que entraran.

Aunque cueste creerlo, Pirouletta tenía toda la razón, allí estaba él, con una mano sobre su cabeza, desconcertado, mientras que con otra mano sostiene un vaso de Whisky sobre la mesa y su saco tendido en otro asiento.

*King Dice, ellos... desean hablar con usted.*

Pareciera que estuviera congelado en la misma posición, pero no, se oía su respiración, tranquilo y sereno, sin embargo, está destruido por dentro.

S-Señor dado.. S/n.. ella- Fue interrumpido.

"Lárguense."

Habló de manera cortante.

*Por favor Dice, por lo menos escucha lo que tienen que decirte*

Los hermanos asintieron al mismo tiempo haciendo ligeros ruidos.