1-larbas en el estómago

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Vomitar, solo podía pensar en vomitar. Su estómago se sentía revolvido. Parecía que había comido algo que le causó alergia, pero no.

Se recargo sobre la pared del baño. Eso le pasaba desde que tenía 12 años de edad. Pensar en su pasado le revolvía el estómago.

Tuvo una infancia pésima, sufrió abuso infantil desde que pudo caminar. Recordar eso solo la ponía peor.

A los 12 años fue rescatada y adoptada por la familia koucho. Pero los recuerdos aún la atormentaban. No podía soportar la presión de que alguien se entere de su pasado.

Se levanto del piso de su baño, eran aproximadamente las 5:16, su escuela cerraba a las 7:30.

Por algunas razón ese día se había despertado más temprano, y como era de costumbre, se despertó sentimental otra vez.

Se limpio el rastro de lágrimas en los ojos. Miró por la ventana, estaba nublado, al menos el clima la comprendía y acompañaba en su dolor.

Se recostó en su grande cama, el sueño regresaba. Tenía tiempo de dormir un poco, la escuela le quedaba a menos de 10 minutos.

Los ojos le ardían, tal vez era por haber llorado o tal vez por el sueño que ahora entraba en ella. Suspiro.

[...]

Su alarma sonó, ya eran las 5:30. Como de costumbre se levanto y fue al baño para darse un buen baño, tenía que estar bien despierto para preparar a sus hermanos.

Tenía una vida rutinaria, le tomó un tiempo adaptarse a ella, pero lo logró.

En muchas ocasiones su madre se había enorgullezido de el, era un estudiante sobresalido y para ser un adolescente era muy responsable tanto de sí mismo como de los demás.

Es alguien que aspira llegar a ser alguien y poder formar una familia. Sin importar que.

Ya todo listo en el, tomo un papel sellado con el escudo de su escuela y algunas letras en el.

-mamá- se acercó a su madre-mira, la escuela te a mandado esto, es un permiso para asistir en un recorrido escolar en una escuela influyente- se lo entrego a la mujer de hermosos ojos de un tono muy similar al lila.

La mujer lo miró por un momento, de la mesa tomó una pluma de color negro. Se acercó a este y lo firmo.

-toma, tienes el permiso. Hoy estaré en casa, así que yo pasaré por los niños. Dile a nezuko que tendrá que regresar sola a casa- el chico con una sonrisa asintió y salio con silencio de la oficina.

Guardo el papel en su bolso y salio de su hogar con sus hermanos.

Los acompaño a cada uno a sus escuelas, mientras pensaba en lo que tendría que llevar a su recorrido escolar.

[...]

Por más estúpido que sonará, llegó tarde a la escuela ese día. No le tomaron importancia a su falta, estaban ocupados arreglando el recorrido escolar a la escuela superior a la que asistirian.

Según le habían informado, 5 escuelas fueron aprobadas para poder asistir a ese recorrido. Se tenía que tener ciertas cosas para poder estar en esos lugares.

Una de ellas era tener las mejores calificaciones del país. por suerte, ella era del cuadro de honor, por lo que su visita ahí ya estaba asegurada.

En esa gran escuela no había ni una sola persona que le hablara a perte de una de sus compañeras, bueno, a eso no le podría decir hablar, pues solo aoi le brindaba palabras.

Ella solo escuchaba, como siempre hacia cuando aoi se le hacercaba, solo escuchar, aoi era buena hablando y tratando de que su conversación no acabará. Si es que le podía decir conversación.

Ya eran las 11:25, en 5 minutos tendrian que dar inicio al recorido escolar, visitarian la organización de comando, donde verian las mas antiguas armas de diferente tipo.

Barias escuelas estaban presentes, era uno de los pocos eventos nacionales que incluian a los estudiantes. Querian dar el ejemplo de lo que era un buen comportamiento y actitud.

Sin duda, su escuela estaba orgullosa de que algunos de sus alumnos fueran invitados a tal evento.

Dio una vista por el lugar, habia pinturas y algunos estantes donde posaban algunos de los objetos mas antiguos denominados armas. Ante su viata eran hermosas.

Su vista chocó con una cabellera rojiza que ponia fin a su curiosidad y daba lugar a otra.

Jamas habia visto a una persona pelirroja, solo conocía a personas con el cabello teñido, el rojo era un color tan bonito.

Su vista se expandio y logro captar su cara, sus labios y sus ojos, eran totalmente del mismo color que su cabello.

De pronto, su vista chocó con la de el, era una pelea de miradas tentadoras, fue en su momento alucinante. Y asombroso.

Pasaron a la siguiente gran presentación, el estante brillaba, ella se poso en la parte de enfrente y el en la parte de atras, estaban en lado contrario del otro. Sus ojos chocaron otra vez, su mirada era penetrante, perforaba lo mas profundo de su alma, y sacudia cada parte de su ser.

Sus mejillas se tornaron carmesí, maldecia el momento en el que tuvo que nacer tan palida, su piel dejaba al descubierto lo nerviosa que estaba.

De pronto un cosquilleo se apodero de su vientre, esta verdaderamente nerviosa. Estaba convencida. No sabia el nombre de ese chico, acaso, ¿se habia enamorado a primera vista?.

No conocia su nombre, donde vive o quienes son sus familiares, nada, no sabia nada.

Pasaron a la siguiente demostración del lugar, ahora, veian los uniformes que utilizaban la organización de cazadores. Ante su parecer se veian como uniformes de escuela, los que utilizaban en la epoca de la primera gerra mundial.

-¿lindos uniformes, no?- se sobre salto al escuchar esa vos, era ronca pero a la vez suave, ¿acaso era posible tal combinación?.

Miro a un lado suyo, ahi estaba ese chico, ese chico tan distintivo por sus cabellos burdeos.

-¿Eh?, si, son bonitos- lo miro con nerviosismo.

-tanjiro kamado, es un gusto-le extendió la mano esperando que ella se la tomara.

-kanao tsuyuri, el gusto es mio-y vaya que si era un gusto.

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