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ELISE.

Era cierto que aquel día por una vez no estaría en la librería. Dentro de Elise explotaba una bomba de alegría, como una sensación de libertad. Elise no sabía explicarlo. Tal vez como la sensación que se tiene cuando es viernes por la tarde. Era la mejor forma de explicarlo.

El padre de Elise le había permitido un día de descanso (de muchos otros.) justamente en un martes, cuando la actividad estaba a flor de piel. Aunque, en la librería siempre había clientela se sobra, el comienzo de la semana era agotador. Era algo a si como llevar una bola de cárcel en el tobillo. Durante 48 horas.

Aquella tarde Elise podría aprovechar para visitar la tienda de discos. Aunque se preguntaba como, estando al frente de la librería, ya que, su si padre le veía. Le regañaría de por siempre solo por el hecho de visitar a la competencia. Realmente la CD'S HOME no era una tienda de libros, pues claro. Pero su padre lo veía como el sector de la competencia. La música. La comercialización de música comercial, del volúmen alto, y todas esas cosas, lo consideraba competitivo. Porque Oliver Burton era a si de perfecto, de estirado y de imposible.

La verdad era que Elise no iba exactamente a dar un paseo. Planeaba dar una vuelta por el coche, visitar alguna discoteca, quedarse en su habitación, ir de compras... cosas que le vendrían bien después de estudiar. Todo con su mejor amiga, su contrario, Madison, una chica de pelo castaño, con las puntas teñidas de azul y con la personalidad de una adolescente con las hormonas por las nubes. Como no, su padre no aceptaba esa aceptable amistad.

Elise se disponía a salir de la librería, de modo que estaba cogiendo su chaqueta marrón (a pesar de ser abril.) y su gorrito de lana malva. Era una persona de esas que son pequeñitas, como lirones, o ratones de campo, que solo quieren estar calentitos tapados con miles de capas de ropa. Incluso en primavera se ponía una chaqueta, y si su cuerpo lo permitía, se vestía un abrigo por si acaso la mala suerte le atacaba y cogía un resfriado en pleno abril.

ADAM.

Adam estaba sentado en una esquina del mostrador, mirando como la gente entraba haciendo sonar la campanilla de la puerta y miraba los estantes con todos los cedés que había disponibles.

Adam había estado pensando en Elise.

[lejos,muy lejos.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora