Tres.

132 16 1
                                    

Esa tarde mi mamá salió, ni siquiera dijo a dónde, sólo se fue, y a los pocos minutos llegó Vic.

—Enano, hoy te contaré una historia especial...— Esa tarde sus ojos tenían un brillo indescriptible. —Es muy especial para mí, así que perdóname si lloro en algún momento— Sólo asentí y Víctor comenzó la historia.

«Hace un par de años tenía un amigo, a él y a mí nos encantaba estar juntos, amaba su compañía.

Un día me di cuenta de lo mucho que me gustaba, estaba completamente enamorado de él, algunas veces lo veía y sólo podía admirar lo bello que era, deseaba mucho que él sólo se acercase, me diera un beso y me diga lo muy enamorado que estaba de mí, pero eso sólo pasaba en las películas o series.

Decidí contárselo a mis padres, así ellos podrían ayudarme a conquistarlo o quizá darme algún consejo sobre el amor, pero lo único que recibí fue un golpe.

—No puedes estar enamorado de él, no pueden estar juntos— Me gritaron.

Ese día lloré como nunca antes, tenía prohibido amarlo, y ni siquiera sabía el porqué.

Al otro día decidí decirle todo lo que sentía, al final y al cabo no podíamos estar juntos, y en algún momento seríamos separados. Recuerdo como me temblaban manos y piernas hasta la hora en que se lo dije, y la respuesta que obtuve no fue la que esperaba.

—También estoy enamorado de tí Vic— Quedé con la boca abierta.

Lo que sentía por él era mutuo.

Fui a abrazarlo y besarlo con todas mis fuerzas, no quería que ese día termine jamás.

—Pero... Hay un problema— Le dije cuando nos separamos. —Mis padres no quieren que tú y yo seamos pareja— Sus bellos ojos se llenaron de lágrimas, esos ojos que admiraba desde lejos estaban empapados de lágrimas por mi culpa. Me preocupé al instante.

—Mis padres tampoco nos quieren juntos...— Entonces susurró eso, si no estuviese tan cerca no lo habría escuchado.

Ninguna de nuestras familias nos aceptaba, y aún éramos menores de edad para huir. Fue entonces que hicimos la promesa.

—Terminaremos de estudiar, trabajaremos hasta poder ahorrar y comprarnos un departamento, y será entonces cuando huiremos— Dije con total seguridad.

—Está bien, pero nos veremos un par de veces, aunque sea a escondidas—
Él también quería verme todos los días, él también deseaba las mismas cosas que yo.

Y ese día buscamos trabajo para comenzar nuestros ahorros. Nos veíamos pocas veces, pero era mejor que nada.

Al año siguiente llegué a nuestro punto de encuentro, y él no había llegado, nunca llegaba tarde, y me preocupé.

Esperé una hora, quizás dos, y él nunca llegó. Le envié mensajes pero nunca los respondió. Le llamé pero dió los mismos resultados. Le esperaba en la escuela, pero él nunca aparecía.

Todos los días iba a nuestro punto de encuentro, teniendo esperanza de que él llegará y podremos huir.

Mis ahorros aún están allí, aún ahorro por si un día él aparece y quiere vivir conmigo.

Me pregunto todos los días y todas las noches si él estará bien. Es lo único que le deseo, que él esté bien.»

Lágrimas salían de los ojos de Víctor, ésta historia era de él, se trataba de él.

—O sea que mamá...—

—Sí— Ni siquiera me dejó terminar de decir la pregunta cuando él ya la había respondido.

—Ve a descansar Vic, apuesto a que trabajaste demasiado— Mis palabras sonaron un poco vacías, pero era porque estaba en un pequeño shock. Mi madre había sido capaz de separar a dos personas sólo porque no estaba “correcto” que se amen entre ellas.

The Story.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora