Capítulo treinta

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        La tía Jiang horneó ayer un poco de carne seca, a Jiang Zixuan le gusta especialmente comer, ayer no terminó de comerla y la puso en la cocina.

        Como resultado, a la mañana siguiente, cuando me levanté y fui a la cocina a buscarlo, no lo encontré, no lo encontré durante medio día, así que tuve un gran problema en la vida.

        Jiang Zixuan no podía soportarlo: "¿Por qué un perro necesita comer cecina? Ni siquiera puedo comerlo".

        La tía dijo: "El señor dijo que Mimi podría comerlo y cultivar algo de carne".

        "¿Y yo? ¡Yo también puedo cultivar carne!"

        La tía no tuvo el valor de decir la última parte de la frase, tenía que salvar la cara del segundo señorito: "Si se lo das al segundo, no crecerá nada más que carne, es un desperdicio". El segundo señorito debería alegrarse de que fuera él quien estuviera en su casa, pues de lo contrario habría quedado aún más destrozado.

        Jiang Zixuan perdió de repente su motivación para vivir.

        Jiang Li acababa de terminar de ocuparse de algunas cosas y estaba sentado en la barra leyendo su informe de aniversario cuando oyó los gritos de Jiang Zixuan desde la cocina, con el ceño ligeramente fruncido.

        Después de jugar un rato solo y de no encontrarlo interesante, Dabao se subió tranquilamente a la silla de bebé y estiró la cabeza para ver qué miraba su padrecito.

        Jiang Li estaba concentrado en el informe y no se dio cuenta de lo que estaba haciendo.

        Naturalmente, el pequeño no podía leerlo. Sólo conocía algunas palabras sencillas, por lo que no podía entender los documentos profesionales profundos. Sus grandes ojos giraban de arriba abajo, pero no conseguía llamar la atención de su pequeño padre, así que decidió vender sus simpáticos trucos.

        "La silla del bebé estaba justo al lado de Jiang Li, así que Da Bao se acercó y se abrazó al brazo de Jiang Li, frotando su carnosa cara en su brazo, como un pequeño gato gordo que complace a su amo, casi maullando.

        "¿Hmm?" Jiang Li, todavía concentrado en el papel que tenía en la mano, alargó la mano y acarició el pelo de la cabeza del cachorro.

        "Pequeño papi~" Da Bao acababa de terminar de beber leche y su cuerpo estaba cubierto de olor a leche, restregándose por todo el cuerpo de Jiang Li, mimándose perezosamente y sin aflojar. Jiang Li no le miró, continuó frotando, dos brazos de carne abrazando los brazos del pequeño padre, como abrazando un gran árbol, ¡me costó mucho esfuerzo!

        Jiang Li giró la cabeza para mirarlo: "¿Qué pasa?"

        ¡Sí! ¡Papá por fin me mira!

        Dabao sonrió pero no pudo volver a hablar, "mmmm" durante un rato, pero en realidad sólo quería aprovechar la oportunidad para mimar a Jiang Li.

        Jiang Li no podía entender la mente de su hijo, sonrió y tocó la cara del bebé. A Jiang Caixian le gusta que le toquen, y cuando Jiang Li quiere tocarle, hincha las mejillas y deja que Jiang Li se las toque.

        Jiang Li tocar y mantener a su regazo, sosteniendo a su hijo a mirar a través de los documentos, Dabao también obedientemente sentado en él, un pequeño adulto mirar a seguir Jiang Li, aunque no puede leer es.

        Poco después, Jiang Zixuan vino a sentarse al otro lado de la barra, furioso, pensando que no podía tragarse su ira, y le dijo a Jiang Li: "Hermano, ¿puedes creerlo? ¡Papá y Papá Pequeño son mejores para el perro que para mí!"

Estoy embarazada después del divorcio con la superestrella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora