Six

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Llegamos a la  caseta de cobro. Eran alrededor de las 2 am y en  la camioneta íbamos muy bien, tenía una capacidad para más o menos 10 personas, pero solo íbamos 7: Jesús iba manejando y Samantha iba de copiloto, en la siguiente hilera íbamos  Aldair y yo, y por último en la hilera de asientos de el fondo  de la camioneta iban Camila, Diego y Paola.

Había sido muy difícil convencer a mi madre de darme permiso, pero al final había cedido gracias a Paola, pues le tenía una enorme confianza.

-¿Cuánto falta más o menos para llegar a Cuernavaca?. Pregunto Jesús a la chica que atendía la caseta.

-Alrededor de media hora.  Respondió la señorita muy amablemente

Habíamos salido alrededor de la una de la mañana la carretera estaba completamente vacía. Habíamos comprado todo tipo de refrescos, botanas y golosinas, para mantenernos despiertos.

Teníamos la dirección exacta de la casa de Joel, pronto llegaríamos.

Jesús le dio las gracias a la señorita y arranco la camioneta. Era rentada la camioneta. Todos habíamos acordado repartir los gastos, aunque los chicos se negaron varias veces, pues decían que ellos habían sido los que nos invitado.

-Entonces ¿Llegaremos como a las 2:30?. Pregunto Paola.

-Más o menos.  Le respondió Diego.

La semana había sido muy pesada, el sueño se hacía presente en mi, cada vez más. Sabía que en cualquier momento caería dormida.

Apoye mi cabeza en la ventana, estaba demasiada fría, mire por ella, realmente la carretera iba vacía.  Solo había dos  carriles, uno de ida y uno de regreso.

Cerré los ojos por un momento, estaba pensando que pasaría si algo malo ocurriera mientras estuviéramos en un lugar lejos de casa.

Volví a abrir los ojos, un carro verde  idéntico a el de ¨los chicos de negro¨estaba estacionado en el carril de regreso, trate de mirar dentro del automóvil, pero no había nadie dentro. Cerré los ojos y volví a abrirlos, pero definitivamente el coche estaba ahí. Ese auto me generaba mucho misterio.

-¿Viste ese coche verde fluorescente?.  Le pregunte a Aldair que iba alado de mi.

- ¿Cuál? ¿A quéte refieres?.   Pregunto algo confundido, estaba susurrando todo.

-Olvidado ya. Suponía que el cansancio me estaba haciendo ver cosas. -¿Te molesta que me duerma un rato?.  Le pregunte

-Claro que no, descansa.

Me abrazo y me recargue en el.  Al momento quede profundamente dormida





-¡Vamos Alexxa, despierta ya!.

Oía una voz ronca, seguía cansada, parecía que solo había dormido 5 minutos. No quería levantarme.

-Vamos linda, hemos llegado. Ya reconocía esa voz. Me levante de golpe.

La camioneta seguía en movimiento. Aldair seguía alado de mi.

-¿Qué pasa?.  Pregunte aun con los ojos cansados.

-Estamos en el estacionamiento de la casa de Joel.

-Siento solo haber dormido 5 minutos.

-Lo siento, tenía que despertarte. Se disculpo.

-No hay problema.

-Hemos llegado chicos. Anunció Jesús. Las luces de la camioneta iluminaban una pared tapizada de ladrillo rojo. Jesús apago la luces, toco el claxon y apago la camioneta.

Bajamos todos de la camioneta y un chico salió de una puerta de un lado de la casa.

-Joeeellll. Grito Diego. Parecía no haberlo visto en mucho tiempo.

4 chicas, 3 chicos, una escuela, 3 parejas, un deastre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora