Parte 02

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─ ¡Te atreves a llamarme Fanfarrón, infeliz! ─ aquél que se proclamaba sobreviviente, tomó de las solapas al otro hombre que lo cuestionó. ─ ¡Te lo demostraré!

Al decir esto lo soltó de un empujón, para luego, quitarse parte de su kimono superior y exponer su pecho.

Allí, en su caja torácica la cicatriz de un peligroso arañazo relucía en contraste contra la piel bronceada de su dueño. 

Eso logró impresionar a todo el grupo, y este señor sin nombre se regocijó triunfal por ello. Pronto fue el centro de atención.

─ ¿¡Realmente fuiste atacado por La Muerte Primaveral!?

─ ¡Anda, dinos como era! ¿Pudiste ver al espiritu?

─ ¿Cómo escapaste? ─ preguntaban con fervor.

─ Silencio y presten atención. ─ se anunció. ─ Aquel espíritu maligno es una mujer. Una mujer tan hermosa que es fuera de este mundo. Se compara a las ángeles celestiales. Sus labios son rojos como la sangre ¡Ni hablar del color de sus ojos! También tiene una figura de sueño.  

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