Capitulo XXIV

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- ¿Ya vienes? – pregunte con el ceño fruncido por teléfono.

- ¡Ya me estoy estacionando! – exclamo nervioso Taehyung.

- ¡Apúrate!- hable alto, antes de colgar.

Mire a los abogados con una mirada apenada, quieres se veían tranquilos y volvieron a seguir con su agradable conversación entre ellos. Bufe, jugando con mis manos, esperando que el arquitecto entrara a la sala de conferencias. Un minuto mas tarde la puerta se abre, dándole el paso a un Taehyung algo agitado, nos miro apenado cerrando la puerta detrás de el, mientras yo lo fulminaba con la mirada.

- Lo siento, lo siento. Me salió un imprevisto en la compañía, pero ya estoy aquí.

- No se preocupe. Esta es la copia del divorcio, para que lo lea – hablo mi abogada, entregándole los papeles – Puedes empezar a leer los tuyos, Jisoo – asentí .

Habían pasado unos días, después de que hablamos con Lisa. Se quedo ese fin de semana en casa de Rose, quien siempre me mantenía informada de la futbolista. Cuando volvió a casa, nos dio un abrazo a ambos y nos dijo que nos amaba, para después simplemente subir a su habitación. Y solo tocamos el tema del divorcio lo estrictamente necesario. El día de la firma llego, y a Taehyung se le ocurrió llegar tarde ese día, pero lo bueno fue que llego.

Leí los papeles fijándome en los detalles que habíamos quedado, todo estaba claro. Mire de reojo al castaño que me miro con una sonrisa amistosa.

- ¿Todo está bien?

- Todo bien – confirme.

- Firme en la última hoja del original, por favor – lo empujo hasta nosotros y dejo una pluma a su lado.

Al poner la última hoja, se veían nuestros nombres con el espacio justo para la esperada firma se llevara a cabo de una vez por todas. Esto es lo que quería. Y nada me detuvo. Firme. Sintiendo como mi cuerpo se sentía más ligero. Sonreí mirando como Taehyung hacia lo mismo. Al extenderlo a nuestros abogados, sonreímos.

- Están oficialmente divorciados – confirmo Denisse.

Cerré los ojos y respire profundo, al mismo tiempo en que mi mano derecha se iba a mis anillos. Los quite lentamente y abrí mis ojos, observándolos por ultima vez, para entregárselos a mi compañero de vida, quien me sonrió. Ambos abogados se levantaron tomando sus cosas y salieron, permitiendo que nosotros tuviéramos una pequeña charla.

- Gracias por esto y entenderlo – agradecí – Siempre serás alguien importante para mi, y no sabes como te agradezco por darme a nuestra hija – sonreí sintiendo como mis ojos se cristalizaban.

Negó, y con su mano libre tomo la mía, dándole un apretón.

- Gracias a ti, por soportarme y perdonarme.

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Después de que mi ex –esposo me dejara un beso en mi frente, me dejo arrancar mi auto a casa. Me detuve en uno de los semáforos, y me quede viendo lo vacío de mi mano izquierda. Los anillos que tuve por tantos años, ahora ya no estaban. Aunque esperaba que unos años mas volvieran otros con la persona que me acompañaría hasta el final de mis días.

Sonreí, avanzando en cuanto el semáforo se puso en verde.

Pero...¿Quién diría que la sonrisa se me esfumaría en una milésima de segundo? Para que el miedo intenso invadiera todo mi cuerpo.

ROSE'S POV

Horas antes.....

Estaba feliz. Ese día Jisoo debía convertirse en soltera, y esa era mi oportunidad de pedirle que fuera mi novia. Así que conseguir el numero de la mejor amiga de la surcoreana, Irene, fue fácil. Gracias a que estuvo Lisa viviendo conmigo por el fin de semana, en un momento libre, pude buscar en su teléfono el numero de la persona que me ayudaría a conquistar un poco mas el corazón de mi surcoreana. Sonreí marcando el numero con los dedos cruzados, esperando a que contestara.

- ¿Quién habla? – escuche su voz malhumorada – Antes de que contestes, quiero que sepas, que si me hablas para una estupidez, ¡te matare por interrumpir mi bello sueño!

Trague saliva, a veces esta mujer intimidaba. Negué antes de hablar.

- Srta. Irene. Soy Rose.

- ¿Rose? – parecia mas despierta - ¿Park Roseanne? – asentí aunque no pudiera verme

- Así es, ella habla.

- Dime, ¿Qué es tan importante? Porque realmente interrumpiste mi sueño, Drácula – reí silenciosamente.

- La verdad es que.... Quería pedirle un favor.

- ¿Y cual es ese?

- Quiero pedirle a Jisoo que sea mi novia... pero necesito su ayuda. ¿Me podría ayudar? – de repente, escuche un pequeño grito de parte de la pelinegra, haciendo que alejara el teléfono de mi oreja, fue tan agudo.

- ¡cielos! ¡Hubieras empezado por ahí, Draki! – estaba eufórica - ¡Claro que si! Yo soy la capitana de su barco – fruncí el ceño, confundida. ¿De que habla? - ¿Cuál es tu plan?

- Ya que no podemos salir... - empecé pasando mi mano por mi nuca – estaba pensando en cocinarle algo aquí en mi casa, pero cenar en el patio trasero y decorar los arboles con luces y poner algo de música en una bocina que tengo – conté insegura - ¿Cree que es muy cursi o cliché?

- A mi amiga le encantara, es una romántica – la escuche suspirar - ¿Sabes? Me alegro que te decidieras a contarle tus sentimientos a Jisoo, así lograste que avanzara en su vida y no se quedara estancada, conformándose con lo que tenia. Así que quería decirte gracias. Le haces muy bien a mi amiga y se que harías lo que fuera por ella – fue mi turno de soltar un suspiro, sintiendo como mi corazón latía como loco

- Le agradezco infinitamente su confianza.

- Ahora si, dime como quieres que te ayude.

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Mientras me encargaba de acomodar una mesa y dos sillas en mi patio trasero, sentí un mal presentimiento, algo que me revolvió el estomago y me estrujo un poco el corazón. Me quede algunos minutos recargada en un árbol mientras trataba de respirar profundo varias veces. Hank que se encontraba a mi lado, se quedo sentado mirándome atentamente. Al momento en que el dolor se fue, seguí arreglando el patio, dedicándome a acomodar las luces entre los tres arboles que nos acompañarían en la cena a Jisoo y a mi. Conforme el resto de la tarde fue avanzando, olvide por completo el malestar que sentí durante el medio día, y volví a entusiasmarme al imaginarme la expresión de mi surcoreana cuando viera lo que le tenia preparado. La sonrisa de mi rostro no desapareció aun cuando estaba cocinando, e incluso la vez que me queme el dedo por andar distraída.

Eran las 5:24 p.m. cuando termine de hacer la comida. Así que decidí empezar a alistarme, la hora que le había encargado a Irene que trajera a Jisoo era máximo a las 6:30. Así que corriendo, me metí al baño para tomar una ducha rápida. Salí, tarareando una canción al azar mientras veía mi closet. Tome un pantalón de vestir de color azul marino, una camisa blanca de botones y unos botines negros. Seque mi cabello y me delinee los ojos. Me puse perfume y me quede viendo en el espejo. No estaba tan mal. Estaba nerviosa, viendo en mi reloj de muñeca marcaban las 6. No tardaban en llegar

Baje casi trotando los escalones. Le di un ultimo vistazo al patio y acaricie la cabeza de Hank, que me veía con la lengua de fuera y me movía la cola. Sonreí. Como amaba a ese perro. Revise que la comida siguiera caliente, lista para servir en cuanto la pelirroja llegara. Volví con Hank a la sala, donde me deje caer, sin borrar mi sonrisa, acariciando a mi perro. Segundos mas tarde escuche como mi celular sonaba desde la mesita de centro, delante de mi, lo tome y vi el nombre de Irene en el, causando que un escalofrió recorriera mi espina dorsal y la sensación de mal presentimiento regresara. Inmediatamente conteste.

- ¿Srta. Irene? – de repente escuche como sollozo, dejándome helada - ¿Esta usted bien? ¿Qué sucede? – escuche balbuceos de su parte, dejándome desesperada por saber que sucedía – Dígame, por favor, ¿Qué anda mal?

- Ro-Rose... - trague saliva haciendo puño mi mano libre – J-Jisoo... esta en el hos-pital... - en cuanto escuche esas palabras entrecortadas, sentí como mi corazón se detenía – Tuvo un accidente, y esta grave, Rose.

Así.... Sentí como mi mundo se iba abajo.

My woman, My love (CHAESOO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora