Olor a vainilla en el ambiente, el asiento es cómodo y hasta la decoración es tan minimalista. Su mirada se dirige al techo en una posición donde su cuerpo está boca arriba. — ¿Cómo te hace sentir eso?
Lanza esa frase tan repetida en estas últimas 15 sesiones con aquella mujer de lentes, sentada en el mueble más pequeño a comparación del sofa largo donde se encuentra Tweek. Echado el rubio es interrumpido en su paz mental, en su lugar ideal. — Siento... que me estoy ahogando en un vaso, todo es tan simple que a veces no sé cómo manejar la situación y....ghm me atormento.
Ataques menos frecuentes, pero nunca terminan. Vocalización más clara, pero se queda sin palabras al momento de expresar sus sentimientos.
— ...cinco, seis, siete. Buen trabajo Tweek, estás haciendo tus ejercicios adecuadamente. Ahora dime, ¿Cuánto café has tomado hoy? — pregunta protocolar, la respuesta es difícil para él porque está intentando regular su consumo, su adicción.
—D-Dos, uno en la mañana y otro en mi hora de estudio a las 5 pm. — pupilas movedizas, sin un punto fijo que amortiguar toda la ansiedad. — ¿Consumes solo o con bocadillos? — un lapicero resuena en esa habitación. Pensándolo bien, si estaba comiendo mejor...
——[2 años antes]——
Jueves. 5:14 p.m.
— Cariño, ten. — un sobre de colores con su nombre escrito posa sobre la cama de Tweek. "Te invito a mi fiesta de 12 años este sábado". — Tricia desea que vengas como invitado de honor.
Suelta la taza a medio beber. Ya era su hora de descanso de los estudios con Craig, su maestro personal de matemáticas. — Con gusto iré, ¿Tienes idea de lo que podría regalarle?
Sábado. 2:30 p.m.
La fiesta era demasiado escandalosa.
Por un lado, estaban aún los niños que seguían en sus 11 años jugando como niños y en la otra esquina estaban los 12 añeros que ni están tan grandes para decirles adolescente, ni tan maduros.
— Feliz cumpleaños Tricia, espero te guste mi regalo. — recién llegó Tweek después de almorzar en su casa. La pelirroja se puso contenta al ver que su invitado y cuñado de honor estaba en su fiesta. — Toma asiento, ahorita le aviso a Craig sobre tu llegada.
No puede ser que en todo el día no contestó ningún mensaje, pero así lo era. Evitaba seguir hablando del suceso de un día antes. — Honey, ven a mi cuarto. — Más que un regaño es un llamado de súplica para hablar.
Suben las escaleras aparentando tranquilidad y Tricia imaginándose que se van a esconder toda la fiesta en el cuarto de su hermano solos.
— ¿Qué sucede? — solo siguió a Craig todo el camino sin dudarlo mucho, pero ahora sí que los nervios lo tienen sudando frío. — Quiero que seas sincero conmigo, dime la verdad y solo la verdad.
La música era amortiguada por la puerta, pero en esa habitación ambos chicos se abrazaban con fuerza. Tweek no quería ser más el problema de Craig y este lo sabía, claro que no entendía para que complicar más las cosas.
— Es duro... no quiero ocultar lo que siento, pero ni yo mismo me entiendo, solo soy un exagerado y— de nuevo la falta de aire corta su hablar. Craig tomaba de su mano sentándolo en la cama. — ¿Eso cómo te hace sentir?
Sus mejillas ardían, estar tan intimo con su novio nunca fue un tema que le molestara. Pero sus lágrimas estaban interrumpiendo ese romántico encuentro. — Te quiero Craig, pero no soy más que la presión que el pueblo ha logrado en nosotros, mereces ser feliz.
Dos corazones quedaron devastados esa misma tarde.
Residencia Tucker 6:37 p.m.
Tweek se quedó hasta que cortaron el pastel, Tricia lo quería ahí en su fiesta y aunque no supiera de la separación de ambos chicos. Los dos mostraban la mejor sonrisa forzada. — Gracias por invitarme, lamento no quedarme más tiempo.
— Puedes quedarte a dormir con Craig, hijo. — las miradas se cruzaron inseguros, el padre de familia no notaba la tensión mientras comía su rebanada de pastel.
En la puerta fue acompañado por Tricia más sonriente que nunca, pero Craig sin importar que quería gastar sus últimos minutos con él.
Ya sabía que, al marcharse frustraría cualquier posibilidad de comunicarse cara a cara. — Lo mejor es que te vayas. — no es que lo dijera, sino como lo dijo. No iba a correr detrás de Tweek, es muy orgulloso.
— Buenas noches, Tweek ve con cuidado a casa. — fue más simpática la hermana, quien miró de mala gana a Craig por su frialdad. Pero ella ilusa esperaba algún beso de despedida, ambos esperaban un hasta la próxima.
——[Actualidad]——
Frío clima. Fría mente. Frío labios. Fría mano que sigue extendida para aquella persona, pero que nunca lo diría en voz alta.
Espera en la parada de autobus con una libreta recién comprada, tenía tapa dura y de color marrón como el broche que cerraba el encuadernado rayado. Un lápiz con el logo de Tweek Bros. se desgastaba en las primeras páginas solo escribiendo la fecha. Lo que será Tweek empieza con palabras sueltas.
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Han pasado 84 años... Lamento recién actualizar, ya se acaba el año y yo recién en el segundo capítulo ay. No sé si poner más shipps porque encima que me complico en escribir solo de Creek x"d, pero bueno.
Cualquier cambio se hará a lo largo del tiempo, faltas ortográficas, poca claridad, etc.
