Capítulo 38

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Mary
Se acerco a mi de forma lenta, mis lágrimas ya no se contuvieron, él besó cada una de ellas, metió una de sus manos por debajo de mi camisa,  sus dedos quemaban mi piel. .

Lentamente me levanto del sofa, besando mi cuello, desabrocho uno a uno los botones de mi camisa, al quedar en ropa interior paso su lengua por la union de mis pechos.

Jhope: hermoso...

Susurró esas palabras sobre mi, besando dulcemente.

Bajó el cierre de mi pollera, esta cayó al suelo, descendió pasando sus labios por mis piernas, mi respiración a este punto es errática.

Estaba pérdida en su tacto que no vi venir cuando él me levanto por los muslos y nos llevó a su habitación.

Jhope: te amo bebé...

Mary: yo... También te amo amor...

Así nos perdimos en el otro, quito mi ropa interior, paso su lengua por mi intimidad, estaba llevandome a la locura, pero se apartó y subió por mi abdomen, metió uno de mis pechos en su boca y sus manos hacían círculos en mi clítoris.

Jhope: dejame sentirte en mi mano bebé.

Mi cuerpo respondía a sus manos como nunca, esto se sentía tan intenso que en un par de segundos  caí en una espiral de placer, terminé como jamás lo hice, mi cuerpo quedó destruido.

Jhope: te hare el amor como nunca.

Lentamente entró en mi, sentía todo mi Cuerpo arder, mi Interior se quema, entraba y salía de forma lenta pero firme, lo sentía golpear en lo profundo de mi.

Pase mis brazos por su cuello, mordi su oreja, besé su pecho mientras me hacía suya en todos los sentidos de la palabra.

Su ritmo se intensificó al punto de que podía sentir su erección pegar en el Fondo de mi, juntó mis piernas, las puso en su hombro y entró de una sola vez haciendo que terminé al instante.

Mary: ahhhh Dios hobi...

Jhope
Verla terminar nuevamente diciendo mi nombre fue glorioso.

Esta noche quedaría tatuada en mi mente por siempre y clavada en mi corazón, seguí mi ritmo hasta llegar al climax más maravilloso, verla así y saber que es nuestra última noche, me hizo doler el alma, amo a esta mujer como jamás soñe amar y prometo que luego del tiempo qquenecesitamos para sanar correre a ella y ya no la dejaré irse de mi lado.

Mi PecadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora