Un nuevo reto

763 17 1
                                    

Llevo ya 5 años como profesor de secundaria y se me presentó la oportunidad de convertirme en encargado de grupo de primer año en una escuela pública en una comunidad algo pequeña, esta era mi oportunidad de avanzar en la vida pues no cualquiera era invitado a pertenecer a la secundaria Ritchwey, ya que tenia estándares muy altos para todo el personal y sus alumnos, me tomó algunos años de práctica pero estaba listo para la responsabilidad.

Cuando llegó la carta a mi hogar me sentí el hombre más feliz del mundo al ser el candidato perfecto, así que le conté a mi esposa de la oferta de trabajo y decidimos aceptarla, además me ofrecían una beca para mi pequeño hijo de 6 años para que asistiera a la primaria, todo parecía ser de ensueño hasta que esto se volvió una pesadilla, pero vamos por partes....

Nos mudamos hasta una casa que me quedaba a unos 15 minutos de la escuela, así tendría tiempo de llevar a mi pequeño a sus clases y después mi esposa lo recogería en las tardes, pues sabia que tenia hora de entrada más no de salida en mi nuevo trabajo.

La mañana transcurrió con normalidad, pues ya mi esposa estaba preparando a nuestro pequeño Erik que estaba desnudo enseñando esas pompis tan bonitas y redondas que a veces tenía que palmear, me miró con una sonrisa encima de la cama esperando por su ropa; es un pequeño risueño con cabello algo largo y castaño que acompañaban muy bien sus hermosos ojos color miel, pues este niño tan lindo aveces mojaba la cama y teníamos que bañarlo antes de ir a la escuela, mientras me encargaba del desayuno y de preparar la mochila de mi pequeño con algo de ropa extra por si acaso.

Hoy no tenía planeado llegar tarde a mi nuevo trabajo, así que en cuanto mi nene bajó con el uniforme de su nueva escuela que era una polera larga azul cielo que cubría un pantalón corto negro y ambos con el escudo de su escuela.

-Buenos días pequeño, siéntate a comer para irnos- indique la silla alta de mi pequeño

-Si papi, ya me apuro- se subió a esta mi pequeño con algo de trabajo- ya quiero ir a la escuela, estoy muy emocionado

- Espero que no hagas travesuras, no quiero tener que llegar a castigarte verdad- lo tome por esas mejillas rosas que tenia mi pequeño.

-No papi, me voy a portar muy bien- me sonrió

Deje comiendo a mi pequeño para darme prisa en estar listo para partir, solo me coloque mi saco y me despedí de mi esposa antes de bajar por mi pequeño para irnos.

Por fin llegamos a la escuela de mi pequeño donde nos recibieron las profesoras, entregue la mochila con la ropa de mi pequeño y todo lo que necesita en el resto del día a la que sería su maestra, una mujer de unos 35 años muy bien vestida y un delantal parecido a las que usan las maestras de kinder.

- Erik pórtate bien en clase no quiero regañarte cuando llegue a casa entendido- le comente a mi pequeño que tenía la mirada y unos ojos como los de su madre, mientras me hincaba a su altura para besar su frente y este me regalaba un abrazo.

-No papi me portade bien- me sonrió dándome un beso en la mejilla, a veces le pasaba que aun sus palabras eran un poco infantiles.

-Así se habla pequeño, anda diviértete- le revolví el pelo antes de despedirme y salir rumbo al auto.

Llegue a la escuela secundaria que estaba muy cerca en auto de la primaria y me presenté directo en la oficina del director quien ya me esperaba ansioso, aquel hombre era algo mayor con el cabello blanco sabía que era muy indulgente en las decisiones de la escuela y tenía que darle una buena impresión.

-Buenos días señor Thomas, bienvenido al instituto Ritchwey- anunció el hombre mientras me veía entrar, así que ahí estaba yo con 37 años listo para mi mayor desafío.

Pequeños problemas Donde viven las historias. Descúbrelo ahora