De por sí este día ya había comenzado mal ahora se estaba poniendo mucho peor, pues el pesado del señor Tomas me mando con una nota a mi casa y mamá no va a estar nada feliz con esto.
Pero por si algo faltaba después de mi broma a Luis nos llevó a los 3 a su oficina para llamarnos la atención por molestar a nuestro compañero y ahí estaba una vez más frente a ese hombre en su oficina.
-Creo que te gustó bastante el regaño de hace rato verdad Elian- comento desde su silla
-No señor....-comente molesto recordando las nalgadas que dio antes del recreo
-Entonces quiero que me des un buen motivo para no castigarte de nuevo-
El comentario me hizo estremecer al recordar el ardor de mis nalguitas.
-No tengo escusa...- era la primera vez que una de mis bromas no me hacía sentir orgulloso y al contrario él recordar a Luis llorando desnudo me hizo sentir muy mal
-Creo que aparte de tener que diciplinarte de nuevo debería hacer que sea algo equitativo con tu compañero y dejarte en el pasillo un buen rato con tus pantalones abajo- comento en hombre mientras se ponía de pie
-No por favor...-respondí nervioso mientras pensaba en que todos sabrían de mi secreto- haré lo que sea, pero no deje que vean mi....
-Debería dejarte y que sufras una humillación como la que tu le hiciste a tu compañero sabes, pero dime por que le hiciste eso a tu compañero?- se paro frente a mi
No tuve opción más que contarle lo de mi accidente en el baño y como por evitar que se dieran cuenta mis amigos, se me ocurrió hacer esa broma y lo mal que me sentí por Luis.
-Ya veo, no justifica el echo de que molestaras a tu compañero, pero por decirme la verdad creo que seré algo indulgente contigo- señaló su escritorio- te quiero recostado en mi escritorio
-Esta bien...- me levante del asiento y casi temblando obedecí la orden recostamdome en el escritorio que hacía que levantara un poco del piso, pues apenas y mis puntitas tocaban el suelo
-Creo que tu y yo tendremos que establecer algunas reglas jovencito, tu comportamiento deja mucho que desear y yo me voy a encargar de que lo cambies- dijo firme el señor Tomas mientras tomaba mi pantalón jalandolo hasta el suelo
Voltie por instinto a mirarlo mientras mis manos fueron a cubrir mi descubierto trasero.
-Primero cualquier falta de respeto tendrás un castigo como el hoy y te quiero en el escritorio así con el pantalón abajo- comento mientras subía sus mangas- Dos cuando hables conmigo será seño Tomas y contarás el número de nalgadas que te tocan de castigo-
-Pero profe...- me interrumpió con una nalgada- Au!!
-Señor Tomas...y durante el castigo no quiero que hables, además a partir de hoy Luis será tu tutor-
-Pero!- otra palmada cayó en mis nalguitas haciendo que brincara.
-Silencio! Elian o quieres que sigamos así todo el día- regaño muy serio
-No...-dije apretando los puños
-Bien te quiero oír fuerte y claro Elian-comento dejando caer la primer nalgada de mi castigo....fuerte y rápido-No te oigo contar
-Au....Uno...-siento una segunda palmada que de verdad dolió dando paso a un par de lagrimas que recorrieron mis cachetes- Dos...
El castigo duro bastante y cada palmada en mi trasero dolía mucho más que la anterior, podría jurar que se oía hasta afuera donde estaba Luis y su hermana esperando.
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Pequeños problemas
General FictionEsta historia contendrá nalgadas, shota, pañales y sobre todo amor infantil. Elian es un chico de secundaria que se quedó sin padres y a cargo de su hermano menor, es un poco travieso y rebelde. Pero varios sucesos se convertirán en un cambio en su...