Dormir es uno de las cosas que más me gusta hacer, pero un estúpido rayo de luz entró por la ventana y me despertó, me estire antes de sentarme en mi cama para despues tallar mis ojos con mis manitas hasta que mire el reloj…
—¡Demonios, se me hizo tarde!— Dije para mi levantándome de un pequeño salto de la cama— tengo que darme prisa o no alcanzaré a dejar a Criz en la escuela—
Me tengo que bañar rápido para no oler a pipí, me dirije al baño para preparar todo mientras me quitaba la pijama y para empeorarlo últimamente me ha pasado que mi pilin ha amanecido parado… como si ya deporsi no me diera pena tener que usar aun estos estúpidos pañales, no puedo creer que a mis 11 años aun tenga que usar protección para dormir como todo un bebito de kinder, solo mirenme de por sí soy algo bajito para mi edad, si me vieran usando esto para dormir seria el asmereir de la escuela.
—¡Criz apúrate!— grité mientras me asomaba al cuarto de mi hermanito que apenas se estaba despertando mientras que yo salí apenas usando la playera de la pijama que por muy poco tapaba a mi amiguito que se mantenía firme.
—Ya voy hermano…— tardo un poco en entrar mi hermanito al baño.
Por fin apareció Criz con su cabello rubio que era algo largo todo alborotado, sus grandes ojos azules aun medio cerrados con lo que lograba siempre lo que queria con ellos y además aun tenía esa ternura que llamaba mucho la atención de la gente, debido a esto he tenido que golpear a algunos chicos por tratar de molestarlo en la escuela, aunque es fácil a decir verdad.
Trate de esconder un poco mi vergüenza aprovechando que aún estaba algo adormilado, le baje rápido la cremayera al mameluco que usaba para dormir dejándolo parado en medio del baño usando la misma protección que yo para dormir, eso me molestaba aún más por que el va en segundo apenas y estamos al mismo nivel…
Ambos nos metimos a la regadera y como de costumbre el agua estaba apenas tibia, así que ayudé al pequeño a bañarse tallandolo por completo mientras estaba medio dormido aún, solo le puse la toalla para que se sentará un momento en el bater en o que me tallaba aunque el agua ya estaba algo fría.
Al salir nuestra abuela ya había puesto nuestros uniformes en la cama junto con la ropa interior o bueno lo que se supone usare, de por si los uniformes eran algo feos ya que no pudimos compararlos nuevos debido a la falta de dinero, mi hermano usaba el que fue mío durante la primaria y yo uno que compramos en el mercado.
—Toma y no olvides tu cambio— indique a mi hermano mientras le pasaba su ropa para que se vistiera y guardará una muda de ropa en su mochila antes de bajar, pues aunque ya casi no le sucedía a veces se orinaba o se le escapaba un poco de orina.
—No tardó hermanito— me contestó mientras tomaba su ropa y se empezó a vestir.
Lo peor de esto era que de los dos era el único que usaba calzoncillo entrenador todo el día, puedo ganarle en peleas a niños más grandes pero no controlar mi vejiga y eso es un asco...
Me puse la ropa lo más rápido que pude para después calentar el desayuno y en cuanto estuvo listo lo serví para que ambos comieramos, parece que hoy también la abuela se fue temprano a trabajar.
Lo cierto es que desde que tengo memoria ella nos ha mantenido lo mejor que puede trabajando lo más que pude, así que por lo menos me hacía cargo de mi hermano en todo y de la casa.
Salimos de casa rumbo a su escuela que quedaba a unos 10 minutos de la casa y después tenía que ir a la mía, que para mi era un fastidio aunque yo mandaba en mi salón y eso lo sabían todos.
Apenas logramos llegar a tiempo a la escuela y en cuanto pasó por la puerta volví a salir corriendo rumbo a mi escuela corriendo, de paso me tope con mis amigos Edén y Clark.
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Pequeños problemas
General FictionEsta historia contendrá nalgadas, shota, pañales y sobre todo amor infantil. Elian es un chico de secundaria que se quedó sin padres y a cargo de su hermano menor, es un poco travieso y rebelde. Pero varios sucesos se convertirán en un cambio en su...